Alsacia anunciará este miércoles que no pagará a bonistas norteamericanos
Este miércoles 22 de junio, Alsacia Express, uno de los principales operadores del Transantiago, debe pagar el cuarto vencimiento a los tenedores de bonos norteamericanos, con los cuales repactó sus deudas en diciembre de 2014.
Sin embargo, el pago no se hará. La compleja situación financiera por la cual atraviesa la compañía, la cual ha visto caer considerablemente sus ingresos, le impedirán cumplir con el pago de una cuota por US$ 9.350.000, la cuarta de un total de diez.
La firma controlada por el grupo colombiano Global Public Services (GPS), que controla a la operadora del Troncal 1 del Transantiago y Express, colocó en 2011 un bono por US$ 461 millones en el mercado norteamericano.
Sin embargo, en 2014 debió reestructurarlo, dado que su situación financiera se deterioró producto de las modificaciones a los contratos que el gobierno de Sebastián Piñera hizo en 2012. En esa oportunidad el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, cambió la fórmula de pago, con lo cual el 70% de los ingresos pasó a ser variable y el 30% fijo, es decir, a la inversa del contrato original.
Además se establecieron multas más altas para los incumplimientos de frecuencia y regularidad y el control de la evasión pasó a ser responsabilidad de los operadores.
Ese escenario minó los ingresos y la situación financiera de las compañías, llevando a Alsacia Express a incumplir con sus obligaciones con los bonistas, gatillando en agosto de 2014 un proceso de renegociación de sus acreencias (conocido como Chapter 11) en Nueva York por US$ 347.304.000, proceso que concluyó exitosamente en diciembre de ese año, emitiendo nuevos bonos por US$ 364.433.466.
Nuevos incumplimientos
El nuevo contrato con los bonistas norteamericanos consideraba el pago de 10 cuotas. Tres de ellas fueron canceladas por Alsacia: un millón de dólares en diciembre de 2014, US$ 4,9 millones en junio de 2015 y US$ 2,3 millones en diciembre de 2015.
Este miércoles vence la cuarta cuota por US$ 9.350.000, la cual ya no podrá ser pagada, quedando así pendiente el pago por US$ 356.233.466. Alsacia argumentaría que no podrá cumplir con sus obligaciones porque los contratos no aseguran el equilibrio financiero de la compañía.
La fragilidad del equilibrio financiero se explicaría por varias razones: la caída de validaciones pagadas por pasajeros, la creciente evasión (que en promedio llega al 30% en la Región Metropolitana ), la falta de infraestructura pública y el aumento de sus costos por la antigüedad de la flota.
A esto se suman los altos niveles de descuento y multas aplicadas por la falta de flota. El gobierno ha reconocido que a Alsacia Express le faltan 133 buses, pero que no tienen los recursos para pagar el aumento de la flota.
Alsacia tiene la flota más antigua del sistema, y la carencia de buses ha provocado que la compañía no pueda hacer las mantenciones aumentando los problemas. Además cuenta con la mayor flota de buses articulados, los cuales además de tener una operación más compleja, son más caros.
Las incógnitas que se abren
Alsacia Express no cumplirá este miércoles con el compromiso con los bonistas. Estos últimos previendo lo que se viene han solicitado audiencias con el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo. De hecho, un ex embajador de Estados Unidos en Chile, ha hecho de interlocutor.
¿Qué pasará con ellos cuando Alsacia Express emita este miércoles un hecho esencial anunciado que no pagará? Son varias las reacciones que podrían tener. Algunos podrían pedir la quiebra de la compañía, ya que no se pueden acoger nuevamente al Chapter 11, como se denomina el proceso de reestructuración que se lleva a cabo en Estados Unidos.
La empresa podría seguir operando, ya que se sacaría de encima la carga financiera, la cual además no está en Chile. Esto salvo que los bonistas le pidan la quiebra.
El problema que esto implica es que los contratos de operación de Alsacia y Express (y también de SUBUS) vencen en 2018, momento en que el gobierno de turno tendrá que licitar las frecuencias y donde la situación financiera por la que atraviesan los dos principales operadores podría minar el interés de inversionistas extranjeros.
Hay que recordar que SUBUS se acogió el 10 de junio a una reestructuración de deuda, proceso que lleva a cabo el 17º Juzgado Civil de Santiago.
La representación de la empresa, que es propiedad de la Compañía Internacional Colombiana, Fanalca, la tomó el estudio Nelson Contador & Cía, que ha tenido a su cargo casos emblemáticos como el de la multitienda La Polar y la Caja de Compensación La Araucana.
De acuerdo a la ley de reorganización y liquidación de empresas y personas SUBUS puede optar a un procedimiento de reorganización.
Antes de que se acogiera al proceso de reestructuración de deuda, T13.cl dio a conocer que la empresa colombiana inició el proceso para demandar al Gobierno de Chile por incumplimiento de contrato ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).
Al igual que Alsacia –compañía que también tomaría el camino de la demanda internacional-, SUBUS argumenta que los contratos no viabilizan financieramente la compañía.