Una nueva disputa entre vecinos y un desarrollador inmobiliario, pero esta vez, el escenario es el Lago Vichuquén, en la Región del Maule. La Organización Unión Comunal Lago Vichuquén solicitó a la justicia que un nuevo loteo, denominado Altos de Culenmapu, ingrese al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
730 viviendas componen la organización que recurrió a la justicia
Según la entidad, que agrupa a 13 juntas de vecinos que aglutinan a unas 730 viviendas, su objetivo es "proteger el medioambiente y la salud" de los vecinos del lago, el que a su juicio "se encuentra amenazado por el explosivo aumento de proyectos" inmobiliarios.
Dado esto, solicitaron que se exija una Declaración o un Estudio de Impacto Ambiental al proyecto, o en caso que la justicia lo determine, una consulta de pertinencia al Servicio de Evaluación Ambiental.
La entidad dice que hay otros proyectos en la cuenca del lago de similares características al de Altos de Culenmapu, pero ejecutados por otras empresas.
"En el corto plazo se pretendería comercializar en la zona una cifra cercana a los 350 terrenos, destinados a albergar sendas casas de veraneo. Este número engrosará de un modo radical el volumen total de casas de veraneo que se han instalado de manera lenta y progresiva", afirma la unión comunal, que destaca los últimos fallos de la Corte Suprema en que se ha obligado a varias iniciativas inmobiliarias a presentar sus obras a evaluación ambiental.
"El caso del Lago Vichuquén está en un riesgo similar a aquel que se materializó en el Lago Villarrica. (Altos de Culenmapu) se emplaza en una cuenca frágil, y que, conforme indican los estudios disponibles, no resiste más carga", afirma la organización.
La defensa del demandado
La empresa desarrolladora del proyecto es Office Hunter, representada por Nicolás Lea-Plaza Edwards, que rechaza la acción de la unión comunal. Precisa que la iniciativa considera no más de 47 lotes o parcelas vendibles de unos 5.000 metros cuadrados, con un sector común en la orilla del lago.
"El núcleo argumentativo de la pretensión es contener ‘los impactos que generará el explosivo desarrollo inmobiliario en la cuenca del lago’, como si el proyecto de esta parte demandada fuera el único proyecto de este tipo y la única causa de ese ‘explosivo’ desarrollo inmobiliario que, según la demandante, amenaza la zona donde se emplaza este proyecto", dice la empresa en su respuesta a la acción judicial, en la cual destaca que el proyecto cuenta con aprobación municipal y no afecta parques nacionales, zonas protegidas ni reservorios, con caminos y accesos preexistentes e incluso, y "con todos y cada uno de los permisos pertinentes".
Sostiene que el proyecto no considera la realización de obras de edificación y/o urbanización.
"Siendo más precisos, el proyecto en examen no importa la construcción de viviendas o edificios sólidos en los predios, sino el loteo y venta de paños cuyo uso o destino son parcelas. Serán sus propietarios quienes construirán", añade.
Dado esto, la empresa sostiene que la parcelación no es parte de ninguna de las actividades o proyectos susceptibles de causar impacto ambiental, por lo que no deben someterse al sistema de evaluación.