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El testimonio del único sobreviviente de una guerrilla comunista en la selva de Brasil

El testimonio del único sobreviviente de una guerrilla comunista en la selva de Brasil
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La respuesta del ejército en la batalla final fue tan agresiva y violenta que durante mucho tiempo se descartó que hubiera sobrevivientes. Los militares usaron napalm, bombas incendiarias y tortura y dieron órdenes de ejecutar a cualquier guerrillero capturado con vida.

Fue mientras miraba television en 1996 que el albañil brasileño Antonio Pereira de Oliveira comenzó a rememorar por primera vez un pasado que había enterrado profundamente en su memoria.

Un pasado en el que su vida se vio involucrada 20 años antes en un choque brutal en la selva amazónica, cuando militares brasileños aplastaron la insurgencia de 80 rebeldes de izquierda.

Los informes sobre el conflicto fueron suprimidos hasta el retorno de la democracia, pero la verdad estaba finalmente saliendo a la luz debido a la campaña de familiares en busca de justicia para sus seres queridos desaparecidos.

La respuesta del ejército en la batalla final fue tan agresiva y violenta que durante mucho tiempo se descartó que hubiera sobrevivientes. Los militares usaron napalm, bombas incendiarias y tortura y dieron órdenes de ejecutar a cualquier guerrillero capturado con vida.

Pero sí hubo un sobreviviente que hasta el final del conflicto usó su nombre original, Micheas Gomes de Almeida, o - más frecuentemente – su apodo de batalla, Zezinho do Araguaia.


Movimiento guerrillero Araguaia

  • Fundado por 80 médicos, maestros y abogados jóvenes opuestos al régimen militar en Brasil
  • Buscaban alentar a la población local a unirse a la insurgencia
  • Los militares realizaron tres campañas militares a lo largo de dos años, en las que usaron agentes secretos, napalm, bombas incendiarias y tortura para vencer al movimiento guerrillero

El exguerrillero se escondió en la selva amazónica durante años, sobreviviendo gracias a su conocimiento íntimo de la naturaleza antes de escapar ante el avance implacable de los militares.

Muchos guerrilleros permanecen desaparecidos.

Zezinho obtuvo posteriormente documentos con un nombre falso y suprimió cualquier recuerdo de ese período de su vida, según relató a la BBC.

Sólo luego de numerosas visitas a la región que rodea al río Araguaia, en la zona este del bosque amazónico, el exmilitante de 77 años logró recomponer sus memorias.

Es un hombre de estatura diminuta con una sonrisa traviesa y un destello en la mirada. En su camisa lleva cosida una bandera de Brasil en miniatura y su activismo político es de larga data.

Zezinho se unió al Partido Comunista de Brasil en 1958, seis años antes de que el presidente electo democráticamente, Joao Goulart, fuera derrocado por los militares en un golpe de Estado.

"Mi lucha siempre fue por la libertad", relata De Oliveira. "Quería imaginar un país en el que la gente pudiera convivir sin conflictos".

Trabajo secreto

De 1966 a 1967 De Oliveira viajó con otros 15 activistas a China, donde fueron entrenados en tácticas de combate por militantes del Partido Comunista Chino.


Cronología

  • 1964: Militares en Brasil toman el poder en un golpe de Estado
  • 1967: Rebeldes del Partido Comunista de Brasil en Araguaia
  • 1972: Los militares despliegan miles de tropas para aplastar la insurgencia
  • 1974: Se cree que todos los rebeldes han sido muertos o arrestados
  • 1985: Transición a la democracia
  • 1996: Zezinho comienza a recuperar la memoria en relación al conflicto
  • 2015: Fiscales presentan cargos contra dos militares

 

A su regreso de China, De Oliveira y los otros activistas viajaron a la región de Araguaia, donde vivieron con identidades falsas durante años, mientras cientos de militantes de izquierda eran asesinados o torturados o desaparecidos por los militares.

El plan de los médicos y maestros del movimiento Araguaia era alentar a los pobladores locales a unirse a la insurgencia.

El plan de los activistas de Araguaia era reclutar a habitantes de los poblados locales, a los que ofrecían sus servicios como doctores o maestros.

Cuando los militares descubrieron el plan, enviaron al menos 3.000 soldados a la región, especialmente a una base militar cerca del municipio de Marabá, en el estado de Pará.

Hacia el final de las campañas militares de 1974, casi todos los guerrilleros habían sido asesinados, excepto Zezinho.

Supervivencia

El exguerrillero dice que sobrevivió gracias a su conocimiento de la selva.

"Estoy vivo gracias a lo que me enseño mi padre", asegura Zezinho, quien es descendiente de la tribu Surui.

"El valor más importante que me enseño mi familia fue la importancia de respetar y comprender a la naturaleza", dijo a la BBC.

Miles de soldados fueron enviados a la región, muchos a una base militar cerca de la localidad de Marabá, en el estado de Pará.

"Se trate de animales, de insectos, de la vegetación o de los ríos".

Tras la muerte de casi todos los otros rebeldes, Zezinho escapó caminando al menos 650km hasta el estado de Piauí.

Luego de caminar durante semanas, tomó un autobús hacia Sao Paulo.

Nueva identidad

Allí obtuvo documentos falsos con el nombre "De Oliveira".

Se casó, tuvo dos hijos y cuatro nietos y siguió viviendo con su nueva identidad durante los próximos 22 años.

Zezinho nunca fue diagnosticado con una enfermedad que permita explicar su amnesia.

El movimiento guerrillero tomó su nombre del Río Araguaia.

Él piensa que fue un mecanismo de supervivencia lo que lo llevó a suprimir profundamente cualquier recuerdo de su lucha en la selva.

Descubrir la verdad fue algo doloroso, también para su esposa.

"Ella se casó con Antonio Pereira de Oliveira," afirmó Zezinho. "Ahora, oficialmente, ni siquiera está casada conmigo".

Zezinho aún tiene dificultades para recordar detalles sobre su pasado, pero su relato ha sido corroborado por otros rebeldes que escaparon de Araguaia antes de la batalla final.

"Archivos vivientes"

Ahora, 40 años después, existe la posibilidad de justicia para algunos de sus compañeros muertos en la selva.

Muchos rebeldes fueron enterrados en el cementerio del municipio de Xambioá en el estado de Tocantins.

El año pasado se presentaron cargos contra dos militares, Sebastiao Curio Rodrigues de Moura y Licio Maciel.

Ambos fueron acusados de ejecutar rebeldes capturados y de ocultar sus restos.

¿Qué siente Zezinho en relación a estos soldados, tan envejecidos como él, que pueden ser llevados a juicio?

"Ellos son archivos vivientes", aseguró a la BBC.

"Tenemos que recuperar el pasado entre todos mientras estamos con vida".

"No siento rabia, aunque mataron a mis amigos. La sociedad tiene que decidir si deben ir a prisión. Yo sólo estoy interesado en rescatar esta historia del olvido".

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