AFP
Los migrantes, entre ellos muchos afganos y sudaneses, instalados desde hace semanas debajo de un cruce de autopistas, vivían en malas condiciones sanitarias y de seguridad.
Los "campamentos ilícitos" presentan "riesgos importantes para la seguridad y la salud de los ocupantes y de los vecinos", explicaron las autoridades en un comunicado.
"El gobierno va a llevarnos a casas. No sé donde pero me parece bien", explicó Said, un sudanés que dormía en el campamento desde hacía un mes.
"Todas las personas serán alojadas en centros" de la región parisina, explicó la ministra de Vivienda, Emmanuelle Cosse, a la AFP.
Se trata de entre "800 a 1.000 personas", principalmente hombres, aclaró la ministra.