Cómo será el histórico encuentro del Papa Francisco con el patriarca ortodoxo ruso
Por Jean-Louis De La Vaissiere (France Presse)
El Papa Francisco se reunirá el viernes en Cuba por primera vez en la historia con el patriarca Kirill, líder de la poderosa Iglesia ortodoxa rusa, un gesto religioso y a la vez estratégico para un pontífice que busca "construir puentes".
El Pontífice argentino, que desde hace años denuncia "una tercera guerra mundial a pedazos", desea pasar a la historia como el papa de la paz, que "construye puentes", tanto con Rusia como con China.
En una charla con el director del diario italiano Corriere della Sera y publicada el lunes, Francisco explicó la importancia que reviste Rusia a nivel mundial, sobre todo para la paz en Medio Oriente, como gran protectora de los cristianos duramente perseguidos en esa región.
El patriarca Kirill, de 69 años, con una vasta experiencia en asuntos de diplomacia, es un experto en asuntos del Vaticano, además de ser considerado un fiel aliado del presidente ruso Vladimir Putin. "Rusia puede dar mucho" para la paz, reconoció en una charla con el diario italiano el Papa Francisco, quien como sus dos predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, sueña también con visitar Moscú.
"Hay que construir puentes. Paso a paso, hasta que se llega a estrechar la mano de quien está en el otro lado", explicó el pontífice argentino.
Francisco ha sido muy crítico con los países occidentales por su actuación en Medio Oriente y por la manera con la que han encarado la crisis en Libia "antes y después de la intervención militar".
El papa, que adelantó algunas horas su partida hacia México, donde permanecerá hasta el 17 de febrero, conversará unas dos horas con Kirill en el aeropuerto José Martí de La Habana.
Gracias a la mediación de Raúl Castro, la isla comunista que recibió a Juan Pablo II (1998), a Benedicto XVI (2012) y a Francisco (2015), va a servir de "puente" entre cristianos, lejos de polémicas y conflictos.
"Cuba está fuera de Europa y por su desarrollo, es una suerte de encrucijada del mundo de hoy", explicó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. Cuba representa además el mayor éxito diplomático del pontificado de Francisco, al haber mediado para la reconciliación entre Estados Unidos y el régimen comunista caribeño después de más de medio siglo de enemistad.
Los estrechos vínculos de Cuba con Moscú desde la época de la Guerra Fría han facilitado también el encuentro con un líder religioso estrechamente vinculado al Kremlin.
Dos objetivos entrelazados
Con la cuarta visita que un Papa celebra a la isla caribeña, Cuba se catapulta como uno de los países preferidos de la Iglesia Católica. Igualmente se presenta como un terreno "neutro" para la primera reunión desde el Gran Cisma del año 1054 entre los cristianos de Oriente y Occidente.
El jefe de la Iglesia Católica representa a 1.200 millones de bautizados y el de la mayor Iglesia ortodoxa a unos 130 millones de los aproximadamente 250 millones de ortodoxos que hay en el mundo.
La reunión en Cuba es el resultado de décadas de esfuerzos del Vaticano, que por años fue bloqueado por el patriarcado ruso que temía el proselitismo católico.
Las relaciones se habían dificultado también por el conflicto en Ucrania, ya que los católicos de rito griego están a favor del gobierno de Kiev, mientras los ortodoxos rusos apoyan la política de Putin. "La reconciliación de los cristianos europeos se lleva a cabo fuera de Europa. Se demuestra que el equilibrio de la Iglesia está en América Latina", analiza en un editorial el diario italiano Corriere della Sera. La reunión tiene dos objetivos relacionados entre sí: la paz mundial y el ecumenismo.
La Catedral de San Basilio en Moscú, uno de los más reconocidos templos de la Iglesia Ortodoxa rusa.
El Papa trabaja paralelamente a favor de la reconciliación con los protestantes, con el convencimiento de que servirá para la paz. Para Francisco los cristianos deben luchar todos juntos contra el radicalismo islámico y considera como mártires a todos los cristianos, sean católicos, protestantes o ortodoxos, víctimas de las persecuciones en Siria o Nigeria.
"El tema de la persecución de los cristianos será fundamental. La situación actual en Oriente Medio, Africa del Norte y Central y algunas otras regiones, donde los extremistas están cometiendo un verdadero genocidio de las poblaciones cristianas, requiere una coordinación efectiva entre las iglesias cristianas", recalcó en un comunicado la Iglesia ortodoxa rusa.