Las lágrimas de Juan Martín del Potro tras ganar la Copa Davis en 2016 reflejaron la importancia que tuvo para el tenista argentino darle a su país el prestigioso trofeo de la ensaladera de plata por primera vez en su historia.
Un año antes había ocurrido lo mismo con Andy Murray y Reino Unido en 2014 fue el turno para una Suiza que tuvo como abanderados a Roger Federer y Stan Wawrinka.
Y así podemos seguir nombrando triunfos inolvidables e históricos como el de Serbia junto a Novak Djokovic (2010) o los cinco títulos de ibéricos de la mano de la "armada española" desde 2000.
Pero ni esos efusivos triunfos y tensas definiciones, con una alta carga patriótica en las gradas, han sido suficientes para salvar a un torneo que se disputa desde hace 118 años y donde los mejores tenistas del planeta se dejaban el alma en la cancha por sus países.
De allí que la Federación Internacional de Tenis (ITF, por sus sigla en inglés) haya anunciado esta semana los planes que tiene para transformar radicalmente la Copa Davis en una Copa del Mundo de Tenis a partir de 2019.
El organismo se vio obligado a claudicar por la presión de los mismos jugadores que alcanzaron la gloria representando sus países, pero que dado el cargado calendario del circuito profesional ATP, junto a lo suculento de sus premios, fueron optando por sacrificar la Copa Davis de sus temporadas.
Sin ellos en las primeras rondas de clasificación, pese a que el torneo sólo se juega en cuatro fines de semana al año, la Davis fue perdiendo atractivo con el paso de los años.
Extraordinariamente, quien percibió esa necesidad de un cambio radical para mantener la competencia entre países viva fue el futbolista Gerard Piqué, quien desde hace unos tres años ha venido proponiendo la idea de una torneo mundial entre países como una forma de modernizar la Davis.
La propuesta
El nuevo torneo, que tiene que ser aprobado por una mayoría de dos terceras partes en la Asamblea General de la ITF en agosto (algo que muchos creen será sólo una formalidad) se disputará a finales de noviembre o comienzos de diciembre, una vez finalizado el circuito de la ATP.
Participarán 18 países y se jugará una ronda preliminar antes de tres rondas de eliminatoria directa desde los cuartos de final.
Cada eliminatoria consiste en dos partidos de individuales y uno de dobles, jugándose al mejor de tres sets.
La duración total del torneo será de siete días.
Para hacer efectiva esta idea la ITF acordó un plan de US$3.000 millones a 25 años con el grupo de inversión Kosmos, fundado por Piqué y que cuenta con el respaldo de Hiroshi Mikitani, presidente y CEO de Rakuten, la compañía de comercio electrónico con sede en Tokio que también patrocina al Barcelona.
"Juntos podemos elevar la Copa Davis a nueva cotas al crear una Copa Mundial de tenis que resultará imperdible al contar con las mejores naciones y los mejores jugadores", señaló Piqué.
También habrá un proceso de clasificación para los países aspirantes a participar en la Copa Mundial, mientras que no se plantea ningún cambio en el formato de la competición en los grupos zonales, donde se mantendrá el formato de duelos de visitante o de local en los tres fines de semana que actualmente forman parte del calendario.
Ganancias y pérdidas
El especialista de tenis de la BBC, Russell Fuller, considera que "los duelos del Grupo Mundial, jugando en casa o afuera, en diferentes superficies, será algo que muchos aficionados echarán de menos (y algunos jugadores)".
"Pero algo había que cambiar en la Copa Davis para que siguiera siendo relevante como un evento deportivo de interés mundial".
La ITF ya ha rechazado otras propuestas menos radicales para cambiar la Copa Davis en el pasado, pero Fuller piensa que hay dos razones de peso para creer que en esta ocasión se puede alcanzar la mayoría necesaria.
"Hay una cantidad bastante seria de dinero sobre la mesa, que beneficiará tanto a los jugadores como a las categorías base del deporte", dijo el periodista de la BBC.
"Pero también está la presencia de Piqué, que cuenta con el visto bueno de figuras del tenis como Andy Murray, Rafael Nadal y Novak Djokovic".
Nadal expresó en una entrevista con la agencia DPA en Acapulco, donde jugará el torneo de ese balneario mexicano, que "evidentemente, cuando una cosa no funciona a la perfección tiene que buscar nuevas soluciones y hace años que esto es así".
"Creo que es una buena iniciativa, ojalá salga adelante y tenga éxito", dijo el actual número dos del mundo.
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