Cheyenne Rezzio tiene 24 años y vivió gran parte de su infancia y juventud bajo la tutela del Servicio Nacional de Menores (Sename), institución que está siendo investigada por una serie de muertes de niños bajo su tuición.
En entrevista con Tele13 Radio, Cheyenne comentó que decidió contar su testimonio tras la muerte de la joven Lissette en dependencias del Sename, en circunstancias que aún se indagan. Un día viendo la televisión, vio cómo "el psiquiatra de la niña explicaba cómo se encontraba un mes antes de fallecer y dice que la niña balbuceaba... con los mismos síntomas que tenía yo cuando estaba en la aldea".
"Me daban pastillas de adultos y tenía los mismos problemas que la niña (Lissette)", indicó.
La joven añadió que a los hogares del Sename donde estuvo, en Quilipué, "legué a los 6 años, en 1998. Al principio todo bonito, porque el hogar aldea es bonito, áreas verdes, con una piscina de hecho".
Sin embargo, al poco andar se dio cuenta de que el lugar "de acogedor no tiene nada. Las tías hacían todo con golpes. Te obligaban a decirles mamá. Había una tía que me decía 'dime mami', pero yo nunca le dije mami, si era la misma que me pegaba".
Luego de años en los que Cheyenne asegura que sufrió abusos al interior del Sename y en su propio hogar cuando tenía salidas de fin de semana, comenzó a tener mala conducta a los 13 años. Fue ahí cuando comenzaron a medicarla.
"Me dieron ravotril, clorpromazina, diazepam... eran como cinco en total, pastillas para adultos. Imagínate a una niña de 13-15 años con un ansiolítico", enfatizó.
Fueron esas pastillas las que la llevaron a tener una descompensación. Un día, por un olvido, se tomó dos pastillas seguidas y se comenzó a sentir mal. "Cuando despierto, despierto amarrada porque supuestamente me había querido suicidar y se me acercó el subdirector y me dijo que no le contara a nadie", aseguró.