En la investigación del mega incendio que afectó a Valparaíso el 2 de febrero pasado, Fiscalía reveló las conversaciones entre los imputados, quienes presuntamente habrían provocado los siniestros de manera deliberada para obtener beneficios económicos.
Entre los involucrados se encuentran brigadistas de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y bomberos, quienes, según el Ministerio Público, integraban una organización dedicada a iniciar incendios intencionales en la región.
Las conversaciones obtenidas por los investigadores de Reportajes T13 muestran cómo los imputados planificaban las condiciones ideales para iniciar los incendios.
En uno de los audios, Franco Antonio Pinto Orellana, ex brigadista de CONAF y supuesto líder del grupo, le dice a un colaborador: “Oye perrito, ¿cuándo vay a sacar una alertita roja buena?", a lo que otro de los imputados le responde "falta todavía... faltan como 15 días para que corra”.
Se trata de mensajes que reflejarían cómo los actuales imputados habrían buscado aprovechar factores climáticos, como el viento y la sequía, para propagar las llamas.
Otro de los audios interceptados muestra cómo los imputados coordinaban los puntos para iniciar los incendios: “Hola, perrín, ¿fuiste al incendio? Tengo en pana de batería porque aún no la arreglan. Ya tengo un lugar visto, pero las condiciones no ameritan ni el horario. Estamos claros en eso”.
Investigación contra los imputados por los mortíferos incendios en Valparaíso
Según los antecedentes, Pinto y sus colaboradores aprovechaban su conocimiento técnico y logístico para encender focos en puntos estratégicos y difíciles de controlar.
La Fiscalía sostiene que, desde al menos 2021, los imputados habrían provocado una seguidilla de incendios en la región con el objetivo de generar horas extras y extender sus contratos temporales.
Bajo ese contexto es donde se les atribuyó al menos 20 siniestros, de los cuales 12 estarían directamente relacionados con Pinto y otro exfuncionario identificado como José Stalin Atenas Gaete, apodado “Atenas”, quien también era brigadista y jefe de cuadrilla en la Reserva Nacional Lago Peñuelas.
La evidencia también muestra cómo estos delincuentes reaccionaron cuando sus propios actos los afectaron, a ellos y a miles de familias en la región de Valparaíso.
Uno de ellos mencionó que: “Se le quemó la casa a la pareja del Roney… Pucha, hermano, lo siento por tu familia”, haciendo referencia a las pérdidas sufridas por uno de los miembros del grupo debido a la expansión descontrolada de las llamas.
Según los antecedentes previos, los implicados utilizaron dispositivos incendiarios en al menos cuatro puntos diferentes el día del mega incendio, siguiendo una ruta predeterminada en un trayecto de seis kilómetros.
