En Suecia ha sido toda una estrella desde que tenía 10 años. Y ahora Zara Larsson está lista para conquistar el mercado internacional.
Con sólo 19 años, la cantante sueca ha protagonizado siete éxitos en los últimos 14 meses, entre los que se destaca el tema tropical pop "Lush Life", que lleva más de un año en el hit parade.
También fue la voz del himno oficial de la Eurocopa 2016, además de colaborar con estrellas de la talla de Tinie Tempah y Beyonce, a quien le sirvió de telonera en el mítico estadio de Wembley.
Todo mientras sufre de frecuentes episodios de parálisis del sueño, una rara condición que impide la realización de movimientos voluntarios después de despertar.
"¡Oh, Dios! ¡De verdad da miedo! Básicamente, te despiertas y no puedes moverte, literalmente", cuenta Larsson.
"Tu cerebro está activo, pero tu cuerpo todavía no se ha despertado", explica.
"Es raro. A lo mejor sólo dura un minuto, pero se siente como si estuvieras atrapada ahí por media hora", le dijo a la BBC.
La cantante, que se refirió por primera vez a su condición en su blog hace un par de años, dice que los episodios se producen con bastante frecuencia en los momentos de mayor estrés y actividad.
Pero según la intérprete de "Never Forget You", la condición también tiene un lado positivo, pues a menudo el sueño le llega en medio de una sensación de tremendo bienestar.
"Es como si me cubriera una ola de energía que vibra por todo tu cuerpo. Es maravilloso", aseguró.
Libre de "la mancha" de los Talent Shows
El público sueco descubrió a Larsson en 2008, cuando participó en Talang Sverige, un popular concurso televisivo de búsqueda de talentos.
Y la pequeña se llevó el primer lugar con una poderosa interpretación de "My Heart Will Go On", de Celine Dion.
"¡Sonaba como una pequeña conejilla de Indias!", se ríe hoy Zara, quien además del primer lugar se llevó a casa US$50.000.
Pero, para su decepción, su triunfo no se tradujo en ofertas de la industria musical.
"Nadie quería firmarme y estaba devastada. Sentía que mi carrera había terminado antes de empezar", recuerda Larsson.
"Y como no quería tener nada que ver con Disney o Nickelodeon, simplemente regresé a la escuela", le dijo a la BBC.
Para el reportero de temas musicales de la BBC Mark Savage, sin embargo, esa pausa puede haber salvado su carrera.
Porque en lugar de volverse una curiosidad, de esas que se desvanecen antes de llegar a la adolescencia, al cumplir los 15 años Zara resurgió como una verdadera estrella pop.
"Cuando saqué la primera canción, mucha gente ni me reconoció. Y la reacción de los que lo hicieron era: '¡Dios mío, es ella!'", cuenta Larsson.
"En Suecia ese tipo de talent show es súper irrelevante. Y eso es maravilloso, porque esa mancha es muy difícil de eliminar", asegura.
Sin irrespetar a las mujeres
Larsson, en quien muchos encuentran similitudes con Rihanna, prefiere que se la valore por su trabajo y por la calidad de su música.
Pero tampoco tiene miedo de hacerse oír en otros temas.
En su cuenta de Instagram, por ejemplo, la cantante publicó una foto de su pierna cubierta con un preservativo para cuestionar el argumento de los hombres que "dicen que lo tienen demasiado grande para usar protección".
También le ha dado su apoyo público a su colega Kesha, quien está demandando al famoso productor musical Dr Luke por abuso sexual.
Y no dudó en entrar en una guerra de palabra con la estrella de R&B Chris Brown, al que llamó "una basura sexista, homofóbica y transfóbica".
"Si no eres feminista, entonces debes ser sexista", ha dicho también.
La estrella sueca tampoco está dispuesta a utilizar letras que irrespeten a las mujeres, como muestra el ejemplo de "Ain't My Fault", su segunda colaboración con el productor británico MNEK.
"Lo escribimos en cinco minutos y originalmente era sobre mí robándome el hombre de otra. Y decía cosas como 'No es mi culpa si no eres lo suficientemente bonita para él'".
"Pero luego pensé: 'Un momento, no puedo cantar esto'. No se sentía bien. Se sentía como si había roto la 'sororidad' y no quería hacerlo", le contó a la BBC.
Así que cambiaron la letra. Y la canción, lanzada a finales del año pasado, se convirtió en el quinto Top 20 de la estrella sueca.
Desde entonces Larsson ha conseguido otros dos. Y seguramente conseguirá muchos más.