Más de tres mil millones de reproducciones en YouTube es una de las cifras que cuantifica un fenómeno que comenzó en enero de 2017, cuando "Despacito” fue lanzada al mercado. Pero hay otras maneras de medir su abrumador impacto. La canción interpretada por Luis Fonsi y Daddy Yankee ha despertado la creatividad de la gente y en las redes sociales proliferan ingeniosas parodias, variaciones, montajes y versiones del tema. La única que no le ha hecho ninguna gracia ni a los intérpretes de "Despacito”, ni a su coautora, la panameña Erika Ender, es la versión que Maduro utilizó para impulsar la reciente Asamblea Constituyente de Venezuela.
Se ha especulado con que el turismo en Puerto Rico ha aumentado un 45 por ciento por el interés que la canción habría despertado en aquel país, aunque esa cifra no ha sido ha confirmada oficialmente. ¿Despertará "Despacito” también el interés por aprender español? El tema se escucha en los cinco continentes. Aunque han surgido versiones en distintos idiomas, como "Langsam”, en alemán, es muy posible que mucha gente se pregunte el significado del texto original. "Es evidente que la canción va a despertar un mayor interés por el idioma”, dice a Deutsche Welle Cristina Conde, directora de la sede berlinesa del Instituto Cervantes.
"De momento es difícil calcular de forma concreta si tendremos más demanda para aprender español, pero nos consta que la gente quiere entender la letra de la canción y nos pregunta sobre la variedad del español utilizada. Nos preguntan precisamente por la palabra "despacito”, que en algunas partes de España se pronuncia de una manera, mientras que en otros lugares de España y en Latinoamérica se pronuncia como una /s/”, continúa Conde.
"El español cobra importancia en EE.UU.”
Pero conocer el significado de las palabras que conforman "Despacito” no garantiza entender el texto, que utiliza metáforas como "hacer de tu cuerpo un manuscrito” o "las paredes de tu laberinto”. "Es algo que puede generar dificultades a quien aprende español como lengua extranjera. Porque hay ideas que quedan en el aire, abiertas a la imaginación. Eso tiene que ver con nuestra manera de hablar, dando un par de pinceladas que nuestro interlocutor debe interpretar”.
Para Conde, el impacto de la canción es "positivo”. "El cantante es un puertorriqueño que vive en Miami y en la canción participan músicos y productores de Colombia, Cuba y Venezuela. ‘Despacito' remite a muchos de los valores de la comunidad de hispanohablantes: la alegría, el movimiento, la sensualidad, la mezcla y la diversidad de géneros. Es una señal de la importancia que toma el español en América del Norte”. Lo que no es poco decir en tiempos de incertidumbre para miles de indocumentados y dreamers latinoamericanos en EE.UU. desde la llegada de Trump al poder, en enero de 2017, precisamente cuando salió al mercado "Despacito”.
¿Hay machismo en "Despacito”?
Pero no todo es positivo en el impacto de la canción. "Si nos atenemos a una primera lectura, la letra de ‘Despacito' es machista”, dice a Deutsche Welle Laura Viñuela, musicóloga y consultora de género. "Representa estereotipos de cortejo como el hombre que ‘caza' y la mujer como trofeo. La mujer tentadora y el hombre que debe conquistar. Aunque la letra es bastante más suave si comparamos con otras”, prosigue Viñuela. "De todos modos, la gente no suele prestar demasiada atención al texto, se queda con la palabra ‘despacito' y tararea el resto”.
Pero como una imagen vale más que mil palabras, ahí está el video para subrayar la letra de la canción. Y ahí se hace hincapié en la idea de la mujer como objeto para ser mirado y seducido. Aparecen hombres de distintas edades bailando, jugando, tomando una copa en un bar, pero solo hay mujeres jóvenes con la única función de bailar y ser miradas. ¿De qué manera pueden influir en los jóvenes "Despacito”? "Las chicas están más preparadas para cuestionar los estereotipos tradicionales que las cosifican y las presentan como objetos cuya única función es agradar y servir a los hombres”, dice Laura Viñuela, que imparte talleres sobre género a jóvenes. "Se rebelan contra los modelos que las identifican con seres desvalidos, sin capacidad de raciocinio, y quieren demostrar que pueden hacer de todo y que sus capacidades e intereses son múltiples y variados. En cambio, los chicos están más dispuestos a dar por bueno el estereotipo de masculinidad que dibuja a un hombre ‘macho', fuerte, duro, respetado o temido por los demás”, asegura.
Estereotipos de amor y cortejo
Laura Viñuela cree, sin embargo, que los adolescentes son capaces de filtrar la información que reciben con las herramientas adecuadas. "El problema principal con ‘Despacito' y con muchísimas otras canciones es el tipo de relación entre hombres y mujeres que muestran. Muchas chicas rechazan los estereotipos sobre las mujeres, pero no los estereotipos sobre el amor. Ahí sigue teniendo mucho peso la idea de que son los hombres quienes han de tomar la iniciativa, seducirlas, tratar de ‘conquistarlas', y ellas deben ‘jugar ese juego', ser seductoras y no ponerles las cosas demasiado fáciles. Esto reproduce la trampa del ‘dicen no pero quieren decir sí', que tiene resultados tan nefastos en la práctica. Los estereotipos de la chica pasiva y el chico activo se ven muy claramente en el video de ‘Despacito”.
Al mismo tiempo, "Despacito” también puede resulta una canción positiva. "En un contexto real, las chicas pueden apropiarse la canción para ‘darse voz' a sí mismas, de ser quienes seducen y toman la iniciativa. O pueden tomar solo un verso que les interesa y les sirve para expresar algo, independientemente de lo que diga el resto de la canción”, dice Viñuela. Para la musicóloga y experta en género, el hecho de que el sexismo sea tan brutal en muchas de las canciones del género reguetón tiene también su lado bueno: "Es tan evidente que obliga a posicionarse. El reguetón no es por sí mismo sexista. Sexista es el uso que se hace de él. Hay otros ejemplos con un discurso diferente, como el reguetón lésbico de Chocolate Remix o las canciones de Ivy Queen y K-Narias”, concluye.