El comportamiento de los perros nos demuestra cuando están cómodos, cuando quieren cariño o cuando algo raro pasa alrededor ya que se ven nerviosos. 

Por eso es que el análisis de su forma de vivir y expresar entrega cada cierto tiempo datos interesantes de sus genes y cuánto queda de sus antepasados salvajes.

Ejemplo de esto es el comportamiento que tienen a la hora de dormir, donde podemos ver razgos que se asemejan a los que tienen los lobos en la naturaleza. Es común que un perro -incluso el tuyo- antes de dormir acostumbre rascar su cama y revolcarse en ella antes de conciliar el sueño. 

La página dedicada a los animales The Dodo apunta a qué se deben estas conductas.

Rascando la cama

Arañar su lugar para dormir tiene que ver, según expertos con la forma en que los lobos y perros salvajes forman un agujero cómodo en el que puedan resguardarse y dormir más tranquilos.

"En una noche fría, cavar un hoyo ayuda a los lobos a mantenerse calientes, y cuando hace calor afuera, excavar un lecho de tierra fría debajo de la superficie tiene el efecto contrario. Incluso si los lobos se sienten cómodos con la temperatura, excavar un lugar para dormir tiene beneficios adicionales. Un agujero poco profundo les da un lugar donde esconderse, para que puedan dormir en paz", sostiene el sitio especializado.

Otro de los factores para rascar la cama tiene que ver con un sentido de propiedad, ya que así marcan territorio gracias a las almohadillas de sus patas, que tienen unas glándulas que emiten un olor específico.

Vueltas para dormir

Muchos amos de perros también son testigos de cómo los canes tienen una especie de ritual antes de acostarse, ya que dan algunas vueltas y flectan su cuerpo casi tocando sus patas traseras con la cabeza.

Este movimiento lo realizan para encontrar una posición donde mantengan su calor corporal según el lugar donde estén.

Adoptar esta posición les permite resguardar sus zonas "débiles", las cuales podrían quedar expuestas ante el ataque de un depredador.

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