Los cachorros radiactivos que viven dentro de la zona de exclusión de la central nuclear abandonada de Chernóbil (Ucrania), se han convertido en el centro de atención del país gracias a un documental de Drew Scalon, que registró la zona afectada y las condiciones de los pequeños animales.

Perritos radiactivos

En uno de los videos, los cachorros se notan ansiosos de contactar y recibir cariño de los humanos, pero su cercanía con la zona nuclear podría afectar el pelaje de estos animales, convirtiéndolos en un peligro para las personas que los toquen.

El desastre nuclear de 1986 obligó a miles de familias a dejar sus pertenencias y sus cosas de forma inmediata, por lo que muchos de los lugareños dejaron a sus mascotas pensando que alguna vez irían a volver. No obstante, eso nunca sucedió, y ahora centenares de perros viven en la zona y se estima que son descendientes de aquellas mascotas.

De todas forma,s la zona cercana a la central no está del todo abandonada, ya que algunos funcionarios de la central trabajan allí, además de que ciertas zonas cercanas a central no poseen tanta radiación, por lo que se han vuelto zonas turísticas.

Frente a esta situación, varias organizaciones están preocupadas por la vida de estos animales. Una de ellas, la ONG “Clean Futures Fund”, explicó en su sitio web que los canes expulsados de las zonas deshabitadas por los animales salvajes acudirían a la central de energía buscando comida y refugio. 

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