Apple ha llegado a un acuerdo preliminar para pagar 95 millones de dólares a los usuarios afectados por el espionaje realizado a través de su asistente de voz Siri. Esta compensación se derivó de una demanda colectiva presentada en 2019 tras una investigación reveladora del medio The Guardian, que expuso cómo Apple permitía que contratistas escucharan grabaciones privadas de los usuarios para controlar la calidad del funcionamiento de Siri.

Según Reuters, el acuerdo fue presentado este martes en el Tribunal Federal de Oakland, California, y está pendiente de la aprobación del juez Jeffrey White. Si se aprueba, la compensación será distribuida entre los usuarios que hayan tenido dispositivos Apple, como iPhone, iPad, Apple Watch, y otros productos de la marca, con Siri activado entre el 17 de septiembre de 2014 y el 31 de diciembre de 2024.

La investigación de The Guardian reveló que Apple escuchaba conversaciones privadas de los usuarios, incluidas grabaciones de conversaciones sobre temas sensibles como información médica, transacciones de drogas y momentos íntimos. Esta situación se originó porque, para mejorar el rendimiento del asistente, una pequeña cantidad de grabaciones de Siri eran enviadas a contratistas externos para ser calificadas, sin que los usuarios lo supieran.

Apple reconoció que un porcentaje de las grabaciones eran revisadas 

Apple aclaró que solo un pequeño porcentaje de estas grabaciones eran revisadas y ofreció disculpas públicas por el incidente, asegurando que no almacenarían más grabaciones de Siri. No obstante, los usuarios afectados decidieron emprender acciones legales, reclamando que incluso Siri se activaba de forma accidental en algunos casos, sin que se pronunciara la palabra clave “Oye, Siri”.

El acuerdo, si es aprobado, permitirá que los afectados reciban compensaciones monetarias, cuya cantidad final dependerá del número de personas que presenten una solicitud de compensación. Los beneficiarios deberán declarar que Siri se activó accidentalmente durante conversaciones privadas. Este acuerdo es un paso más en la serie de compromisos legales de Apple para resolver controversias sobre la privacidad de los usuarios.

El pago de 95 millones de dólares subraya la creciente preocupación sobre la privacidad y el manejo de datos personales por parte de las grandes empresas tecnológicas, y marca un precedente para futuras demandas colectivas relacionadas con el uso de asistentes de voz y otros dispositivos conectados.

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