Por 52 años, Robert Huskey y Jack Zawadski vivieron una bella historia de amor. Alejados de los prejuicios, vivieron entre Wisconsin y Mississippi, donde en 2015 se casaron luego de que la Corte Suprema aprobara el matrimonio homosexual.
Sin embargo, después de todos estos años la discriminación tocó su puerta y en uno de los momentos más tristes de sus vidas: cuando Robert murió.
El último deseo, del ahora fallecido, era ser convertido en cenizas, lo que Jack inmediatamente solicitó a la casa funeraria que escogió. Lo que nunca imaginó es que su petición iba a ser rechazada.
Jack asegura que desde Picayune Funeral Home le manifestaron que no realizarían ese tipo de servicio porque "no trataban con su clase". Ante el acto, Jack decidió llevar el caso ante la justicia de Mississippi con una demanda.
En una respuesta presentada ante la corte en marzo, los propietarios de la funeraria, Ted y Henrietta Brewer, negaron las acusaciones y afirmaron que nunca han discriminado en base a la orientación sexual.
Zawadski, por su parte, está siendo representado por el bufete Lambda Legal, el cual tiene como objetivo defender los derechos de la comunidad de LGBT.
"La esencia de la demanda es que ambos incumplieron un contrato y negaron los servicios a último minuto a una familia afligida, basados en que el hombre que había muerto era gay y estaba casado con un hombre", señaló la abogada defensora Beth Littrell.
"Debido a que ni la ley de Mississippi ni la ley federal prohíben explícitamente la discriminación por motivos de orientación sexual, la demanda se basa en otras leyes estatales que esperanzadamente proveerán un remedio para las terribles acciones que ocurrieron aquí”, agregó.
La salud de Robert comenzó a deteriorarse en agosto de 2015. Su corazón presentó problemas y tuvo que someterse a una cirugía de bypass, pero lamentablemente no mejoró.
Jack dedicó todos sus días a cumplir las necesidades de su compañero de vida, le dio de comer, lo ayudó a bañarse y a caminar. Sin embargo, no hubo vuelta atrás. Robert murió el 11 de mayo de 2016.
Durante su enfermedad, fue el sobrino de ambos quien se encargó de realizar todos los trámites funerarios. En ese momento desde Picayune Funeral Home no pusieron ningún problema, pero cuando se enteraron de que el fallecido era parte de una pareja homosexual le negaron el servicio. Debido a esto, debieron llevar el cuerpo a un crematorio que quedaba a 150 kilómetros del que habían contratado en un principio.
Para Jack la demanda se ha transformado en una lucha activista. Afirma que desde que conoció a Robert en 1965 llevaron una vida modesta y nunca discutieron con otros su orientación sexual, sin embargo cree que es momento de involucrarse en la causa.