Seguramente alguna vez te habrán dicho que es un error terrible tragarse un chicle, ya que se quedan en las paredes de tu estómago. Pero, ¿qué tan cierto es esto? La realidad es que tu cuerpo está mucho más capacitado de lo que imaginamos para evacuar objetos que no deberías haber tragado.

Ahora la ciencia quiere sacarte de la psicosis generada por tus traumas infantiles. Ya saben lo que ocurre cuando te tragas un pedazo de goma de mascar, y resulta que realmente no es para tanto.

“El mito infantil de que la goma de mascar permanece en nuestro cuerpo durante siete años es falso”, sentencia Shivali Best en "The Daily Mail". Básicamente, el chicle está compuesto de goma, edulcorantes, condimentos y sustancias que sirven para ablandar el producto. Nada mortal.

Tal y como explican los científicos de la American Chemical Society, la goma de mascar no es más nociva que el resto de la comida que pasa a través de nuestro sistema digestivo. Es más difícil de asimilar, pero hace su recorrido por nuestro intestino sin causar ningún daño mayor que el que puedan provocar otros alimentos. Finalmente el cuerpo la elimina a los pocos días, no a la década. 

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