En medio de su verborrea cibernética, Kanye West escribió todo lo que el mundo se podía imaginar: defendió a Bill Cosby, publicó tres tracklist distintos con tres nombres diferentes para su último disco, le dijo a Wiz Khalifa que era el padre de su hijo y expresó que no publicará el álbum hasta que la gente no se inscriba en la plataforma de streaming Tidal.
Más aún, le pidió US$ 1.000 millones a Mark Zuckerberg, creador de Facebook, para que invierta en sus ideas para "ayudar al mundo". Todo a través de Twitter.
Pero el CEO de la red social no se había pronunciado hasta hoy.
Zuckerberg aprovechó un mensaje publicado por un ex trabajador de Facebook que decía:
"Estimado Kanye West: Si vas a pedirle al CEO de Facebook mil millones de dólares, quizás no debes hacerlo a través de Twitter".
Y le dio "me gusta", aunque luego Steven Grimm borró su propia publicación.