El dolor por la muerte de Chester Bennington está lejos de sanar. De hecho, sus fanáticos y amigos dentro de la industria recién lo están asimilando.
El líder de Limp Bizkit, Fred Durst, por ejemplo, envió una emotiva carta a Variety en la que cuenta que al vocalista de Linkin Park "le di las gracias por su valentía y humildad, y por ser siempre un caballero".
"Puedo decir muchas cosas maravillosas sobre el Chester que conocí. Su manera de ser hacía que cualquiera se sintiera escuchado, comprendido e importante. Su aura y su espíritu eran contagiosos y empoderados. A menudo esos tipos de personas sienten mucho dolor en su interior que lo único que quieren es contaminar o corromper el espíritu de los demás", es el inicio del mensaje.
Y continúa: "Quiero abrazarlo ahora y hacerle saber que todos experimentamos nuestro propio dolor y lo llevamos por nuestros propios caminos. Sé que su tormento fue único, pero yo siempre estaría aquí para escuchar y ayudar de cualquier forma que pudiese. Pero no voy a tener ese abrazo y ese momento ahora, lo que me pone demasiado triste".
Durst y Bennington fueron dos íconos del rock de finales de los 90 y comienzos de los 2000, y muy amigos desde que sus proyectos se unieron en distintos conciertos, festivales y shows de beneficencia.
El líder de Linkin Park se suicidó el pasado jueves 20 de julio en su residencia privada en Los Angeles. De acuerdo a la Policía, el artista se ahorcó, dejando seis hijos y una decena de himnos en la cultura pop.