18 años como pareja llevan los actores Cristián Campos y María José Prieto, y en la edición de este viernes de la revista Caras, han concedido por primera vez una entrevista juntos. 

Ahí recordaron cómo partió su relación sentimental, específicamente en el año 2000, en medio de las grabaciones de la malograda teleserie "Corazón pirata". Ahi debían viajar a La Herradura, en la Región de Coquimbo, para registrar escenas. Se alojaban en el resort Las Tacas.

“Probablemente la peor teleserie que hayamos hecho en nuestra vida”, reconoció Cristián Campos, “pero la moraleja es interesante: hasta de los mayores fracasos puede salir algo bueno”, agregó.

En Las Tacas, una de las primeras interacciones que tuvieron fue cuando, en paralelo a las grabaciones, ella se encontraba preparando una audición para una obra de teatro. Después de un promisorio debut televisivo en 1998 protagonizando la teleserie "A todo dar", María José buscaba sumar experiencia en teatro. Entonces el actor Vasco Moulian, compañero de pieza de Cristián en Las Tacas, le sugirió hablar con él para que la ayudara a preparar los textos de su audición.

“Sin ninguna malicia, le dije que sí, que podía darle algunos consejos”, recuerda el intérprete que hoy es parte de "Soltera otra vez 3", quien añadió que “aparecía cuando terminaban las grabaciones de la teleserie y después de ensayar rigurosamente sus textos conmigo, en la noche se iba a carretear con la gente joven del elenco. ‘¿Y tú no quieres ir?’, me preguntaba, pero yo estaba raja y me iba a dormir. Por ese entonces yo tenía 43 años, era uno de los viejos del grupo y venía recién saliendo de una relación (de 2 años con la actriz Sandra O’Ryan). Entre eso y el cansancio de la jornada, no me daban ganas de sumarme”.

La asesoría de Cristián para ese casting fue, técnicamente, la instancia en la que comenzaron a acercarse, conversar y compartir algunas tristezas. Ello, hasta que un día María José lo convenció de hacer a un lado su parada de “vieja latera” (sic) y acompañarlos al club de (Cristián) Cuturrufo en Coquimbo. Esa vez, recuerdan, iban a celebrar el cumpleaños de su compañera de elenco Lorene Prieto.

“Fui sin ninguna expectativa”, dijo Cristián y María José complementó: “Los dos llegamos a grabar esa teleserie con heridas del pasado reciente, que en mi caso era el fin de un pololeo de 5 años. Así es que durante las pausas nos sentábamos al sol y conversábamos un poco sobre esas relaciones fallidas. Pero la primera vez que nos acercamos realmente fue en ese club de jazz de Coquimbo, cuando el mozo se acercó y los dos dijimos ¡vodka tonic! al mismo tiempo. Ah, le gusta el vodka… ¡check!” (se ríe)".

Por su parte, Campos rememoró que "esa noche ocurrieron varias cosas que nos acercaron. La primera fue que efectivamente los dos pedimos vodka tonic, un trago que al menos en ese tiempo la gente joven no pedía mucho. La segunda fue cuando le dije que bailáramos y a ella le llamó la atención que a este ‘señor grande’ -el eufemismo que usa conmigo- le gustara bailar. Eso transformó lo que hasta entonces era una simple interacción profesional entre compañeros de teleserie en algo más… pecaminoso".

El galán de las teleseries del 13 hizo hincapíé en que "bailar agregó un complemento que a esta niñita de 23 años le hizo ver que podíamos hacer más cosas juntos. Lo pasamos muy bien esa noche. El baile abrió una llave y pavimentó la relación".

Hoy Cristián Campos y María José Prieto llevan 18 años de amor. Se casaron en 2009 y tienen una hija de 8 años de edad, Julieta.

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