Una gran sorpresa se llevaron unos policías de Lago Pueblo, en la provincia argentina de Chubut, luego de detener a un hombre para realizarle una alcoholemia de rutina.

Según indica TN, el sujeto se bajó de su automóvil en evidente estado de ebriedad, y cuando sopló la máquina, esta no pudo calcular cuánto alcohol había bebido y se quedó en blanco. Atónitos, los policías le pidieron repetir la prueba, pero nuevamente no hubo resultado.

"Al no mostrar numeración en el alcoholímetro, el mismo supera la medición máxima de alcohol en sangre", aseguraron las autoridades provinciales.

Además, agregaron que "la persona no contenía la documentación que acredite la propiedad del vehículo", por lo que se lo requizaron.

El incidente fue tan poco común, que en el mismo comunicado las autoridades lo calificaron como "insólito".

En conversación con Clarín, las autoridades provinciales explicaron que el máximo que puede registrar un aparato de ese tipo es entre 3 y 4. "Pero ya en 3 podría tener coma alcohólico, aunque la máxima que hemos visto en un control fue de 2,9", agregaron.

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