Un estudio reveló que los bebés, infantes y niños pueden inferir las relaciones sociales a partir de la saliva. 

Un equipo de neurocientíficos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) estudió cómo el compartir saliva puede ser una señal para que los niños aprendan sobre las relaciones sociales estrechas (con fuertes niveles de apego, obligación y capacidad de respuesta mutua) y distantes

Como en esos periodos de vida la comunicación es más limitada, los bebés “estudian” el tipo de interacción entre las personas que conocen mediante su "intercambio" de saliva.

Los bebés no saben de antemano qué relaciones son las más cercanas y moralmente vinculantes, por lo que deben tener alguna forma de aprender esto observando lo que sucede a su alrededor”, señaló Rebecca Saxe, autora principal del estudio y miembro del Instituto McGovern para la Investigación del Cerebro del MIT.

En el estudio los científicos observaron cómo los niños pequeños (de 16 a 18 meses de edad) y bebés (8 a 10 meses) miraban las interacciones entre dos actrices y un títere.

El muñeco comía a medias una naranja con la primera actriz (A), mientras que con la segunda (B) jugaban a lanzarse una pelota. Posteriormente los investigadores sentaron al títere entre las dos actrices y lo pusieron en una situación de angustia.

Se observó que los niños del estudio miraban a la actriz A, quien compartió comida, con la expectativa de que ayudara al muñeco, no la que compartió un juguete (pelota). 

Los hallazgos del estudio sugieren que compartir saliva, ya sea mediante el intercambio de utensilios, comida o ver a personas besarse, es una señal para comprender sus propias relaciones sociales y con las personas que lo rodean.

 

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