Sucedió hace tres décadas, un 2 de enero de 1988. Un bebé fue encontrado muerto, envuelto en sábanas, abandonado junto a un árbol oculto cerca de una carretera.
Durante 32 años, los residentes de la localidad de Meriden, en el estado de Connecticut (EE.UU.), celebraban la memoria del recién nacido ese día.
Mientras, la policía viajaba por varios estados rastreando la identidad del bebé. No ha sido hasta ahora que la intensa búsqueda ha dado sus frutos.
Más de tres décadas después, los detectives encontraron a la responsable del abandono: la madre del niño.
El hallazgo se produjo gracias a la colaboración de la policía con una compañía dedicada a gestionar bases de datos de muestras de ADN. Estas compañías recogen datos de personas que se realizan pruebas genéticas con el fin, por ejemplo, de conocer sus orígenes ancestrales.
IdentiFinders es el nombre del servicio con el que colaboró la policía y este logró encontrar muestras de familiares de la madre que abandonó al bebé. De esa forma, la policía viajó hasta Florida para hablar con la persona cuyo ADN era el más similar al del recién nacido.
Cuando los detectives dieron finalmente con Karen Kuzmak Roche, la madre del bebé, esta reconoció estar arrepentida de haber abandonado a su hijo.
El asesino de Golden State
En este caso, Roche no fue juzgada porque en su estado los homicidios involuntarios prescriben después de 20 años.
Sin embargo, esta tecnología genética permitió encontrar y arrestar en 2018 al llamado "asesino de Golden State".
Se trataba de Joseph James DeAngelo, un expolicía acusado de cometer una serie de violaciones, asesinatos y robos en Sacramento, California, en las décadas de 1970 y 1980.
Durante 40 años, las autoridades no encontraron ningún perfil genético que coincidiera con la muestra que conservaban del asesino.
Pero un día ocurrió el golpe de suerte. Paul Holes, un investigador retirado, buscó en un sitio web de genealogía gratuito llamado GEDmatch, que usan personas para encontrar familiares perdidos y que tiene una base de datos de centenares de miles de muestras de ADN.
Resulta que un miembro de la familia del asesino había utilizado el servicio y eso permitió a la policía estrechar la búsqueda hasta encontrar al criminal.
¿Cómo funcionan estos servicios genealógicos?
Existen diversas compañías dedicadas a la recogida de muestras de ADN y a la comparación de las mismas para satisfacer las demandas de los clientes.
En general, los interesados buscan conocer sus orígenes ancestrales, encontrar algún familiar perdido u obtener información genética que permita identificar propensión a a alguna enfermedad.
Algunas de estas compañías son 23andme, FamilyTreeDNA o las ya mencionadas IdentiFinders y GEDmatch.
FamilyTreeDNA, radicada en Texas, Estados Unidos, anunció a comienzos de 2019 que permitiría a la policía de ese país acceder a su base de datos para encontrar familiares de potenciales sospechosos de crímenes.
Esto quiere decir que cualquiera que ofrezca información genética a esta compañía podría revelar la identidad de un presunto familiar criminal.
Podría funcionar, incluso, con crímenes que se hayan cometido muchos años antes, como en el caso del bebé abandonado en Connecticut o del asesino de Golden State.
No todas estas compañías han accedido a ofrecer sus datos para procedimientos legales. Es el caso de 23andme, una empresa fundada en Silicon Valley que tiene otra forma de sacar provecho a su información.
Esta empresa cuenta con una decena de millones de muestras de código genético y monetiza su banco de datos colaborando con farmacéuticas para mejorar tratamientos y diseñar medicamentos más efectivos contra enfermedades como el lupus o la psoriasis.
Preocupaciones por la privacidad
Sin embargo, la forma en que estas compañías utilizan información tan sensible no está exenta de preocupaciones.
La Comisión Federal de Comercio estadounidense investigó a firmas como 23andme y Ancestry.com por la forma en que comparten su información con terceros.
Por otra parte, la Oficina del Comisionado de Información en Reino Unido recibió 16 quejasformales sobre las actividades de estas compañías entre enero de 2018 y julio de 2019.
Los motivos incluían preocupaciones sobre la seguridad y revelación de los datos y el derecho a prevenir el procesamiento de los mismos.
Numerosas organizaciones de derechos civiles tanto en EE.UU. como en Europa han mostrado su preocupación sobre el uso que puedan hacer las autoridades y los cuerpos de seguridad con la información genética recopilada por empresas privadas.
Yes que alguien que quiera saber el origen de sus ancestros puede acabar delatando sin querer a un familiar que cometió un crimen.