Con la llegada de las altas temperaturas, también se comienzan a notar más polillas en las calles y en nuestros hogares, sobre todo durante las noches.

La arquitecta del paisaje de la Universidad Central y ecóloga, Jadile Mussa, conversó con T13 AM y aclaró que en vez de polillas se tratan de “mariposas nocturnas”.

“Al igual que las mariposas de color, su función es polinizar, pero de noche. Ellas al tener menos colores no son tan llamativas para que no se las coman los predadores nocturnos, que son algunos pájaros, aves rapaces y murciélagos”, sostuvo.

La experta aseguró que “cuando todavía no estábamos los humanos, todavía no había iluminación en las calles y en las calles, ellas se guiaban por las estrellas, por la luna, en esos puntos más claros se juntaban con sus otras parejas”.

“Como hay muchas luces, ellas se desorientan. Entran a nuestras casas, porque generalmente dormimos con las luces prendidas, tenemos alguna luz que prende y apaga entonces ellas tienden entre 7 de la tarde y 10 de la noche a seguir estos ambientes lumínicos”, explicó.

¿Cómo evitar las polillas en nuestras casas?

Según la ecóloga, las mascotas no corren peligro en caso de comerse una polilla –mejor llamada mariposa nocturna-, ya que “son pura proteína. No se van a enfermar, no van a tener ningún problema”.

Para evitar las polillas en nuestros hogares, la experta recomendó que se les debe dar “luminosidad hacia afuera”, en este caso se puede tener “estas luces que son solares y en algún momento apagar las luces de nuestras casas”.

“Hay repelentes naturales con olores que a esta especie no les gusta como lavanda, romero. También el limón, la cáscara la puede poner en rejitas y ponerlas cerca de las ventanas. Clavo de olor también, todo lo que tenga estos olores medios fuertes, con canela se pueden hacer infusiones naturales”, detalló.

En el caso de las personas que se atreven a tomarlas para sacarla de sus casas, la experta recomienda hacerlo con cuidado. “En general las alas de las mariposas son como unos polvillos, entonces cuando ellas lo pierden, pierden la capacidad de volar”, agregó.

De todas maneras, la ecóloga enfatizó que las mariposas nocturnas –mal llamadas polillas- no son dañinas. “Hay otras maripositas, las más chiquititas, que se comen la ropa y también algunos granos. Las pequeñitas las podemos mandar al cielo, las grandes polinizan y son súper importantes”.

“Mientras haya más humedad y nazca más pastito, potencialmente podríamos tenerlas hasta enero sino un mes y medio más”, concluyó.

Publicidad