Así es la vida en las oficinas diseñadas con espacios abiertos.

Si son o no una buena idea genera bastante controversia. Con todo, parece que todavía no ha pasado la moda.

Acudimos a nuestros lectores en las redes sociales para investigar cuál era su experiencia.Estas fueron algunos de los aspectos negativos más resaltantes.

1. Demasiada información

En las oficinas abiertas tenemos que lidiar con todo tipo de ruidosincluyendo las discusiones de otras personas.

De esta forma, algunos terminan enterándose sin querer de las vidas privadas de sus compañeros o de información confidencial de la empresa que para nada han solicitado.

Mi jefe solía terminar las llamadas telefónicas con su esposa en medio de gritos en alemán (pensando que yo no entendería (...); cuando hablaba con su amante susurraba en inglés
Rory O´Brien

Rory O´Brien escribió en nuestra página: "Mi jefe se sienta justo frente a mí y creo que algunas cosas que ha dicho durante recientes conversaciones por teléfono no estaban pensadas para que yo las escuchara".

En el caso de John, otra de las personas que compartió su experiencia, las cosas se pusieron más personales.

"Mi jefe se sentaba en un puesto directamente opuesto a mí y solía terminar las llamadas telefónicas con su esposa en medio de gritos en alemán (pensando que yo no entendería) y trancando el teléfono de un golpe, mientras que cuando hablaba con su amante lo hacía con susurros en inglés", relata.

Otras veces se trata de temas más laborales, pero igual de incómodos, como enterarse de cuánto gana alguien de tu departamento.

"Mi escritorio estaba directamente en frente de los analistas de Recursos Humanos. Generalmente escuchaba más de lo que debía sobre los problemas de mis compañeros de trabajo y sobre los paquetes salariales de las personas que serían contratadas", escribió otro lector.

2. Pérdida de identidad

Los jefes de Amit Tulsian convirtieron su "oficina santuario", en una sala abierta.

Con el diseño anterior, él y sus cinco compañeros se sentaban en un "área moderadamente cerrada". Sin embargo, en la nueva distribución del espacio Amit quedó rodeado de "50 personas separadas por menos de un metro una de la otra, y sin paredes".

A eso se le sumó el ruido de las llamadas telefónicas, las constantes distracciones, discusiones, peleas y conversaciones triviales.

"La mayoría de nosotros odia el cambio de diseño. Se siente como trabajar en un centro de atención al cliente", comentó Amit.

Otra de las "víctimas" de la planta abierta es Mac Senour, de San Francisco, Estados Unidos.

Trabajé al lado de un chico muy sociable, pero todas las mañanas lo primero que hacía al llegar a la oficina era abrirse la camisa y ponerse desodorante en las axilas
Peter Fonseca

"Originalmente teníamos áreas como pasillos, donde las personas de departamentos comunes se agrupaban. Se escuchaban algunas conversaciones, pero todos estábamos trabajando en lo mismo", cuenta.

Entonces se mudaron a una nueva oficina de espacio abierto y les dijeron que no podrían personalizar sus áreas de trabajo.

Además, la empresa "imprimió fotos de la compañía local que hizo la mudanza y las colgó de las paredes".

"Todas las personas aparecían en esas fotos con audífonos y encogidos detrás de sus monitores. Cuando varios de nosotros hicimos esa observación nos dijeron: '¿No les gusta? Hay otros lugares para trabajar'".3. Para colmo, gérmenes

Si las distracciones y la pérdida de independencia no eran lo suficientemente malo, también está la libertad con la cual viajan los gérmenes en las áreas abiertas.

Según Stephen Venneman, sus compañeros de trabajo parecen unos contenedores de gérmenes que caminan y tosen.

"Literalmente: a los pocos minutos de entrar a la oficina me siento congestionado y comienzo a sentirme resfriado".

Algunas veces se trata de otro tipo de funciones corporales las que se ven perturbadas.

"Trabajé al lado de un chico muy sociable, pero todas las mañanas lo primero que hacía al llegar a la oficina era abrirse la camisa y ponerse desodorante en las axilas. Era algo realmente desagradable", contó Peter Fonseca.

Encontrando el balance

Uno de los argumentos en favor de las oficinas open plan, es que promueven la colaboración entre los equipos de trabajo.

Sin embargo, para Caleb Anthony Parker -otro de nuestros lectores- "el silencio y la privacidad aún son necesarios".

¿Cuál puede ser la solución? Pasar algunos días en la oficina, aprovechando el espacio para hacer reuniones y trabajos en equipo; y el resto de la semana trabajando desde la casa, para disfrutar de la calma y ser productivo.

Para él, es una relación ganar-ganar, que les permite a las empresas no solo ahorrar dinero, sino hacer "más felices a sus empleados, que podrán ser más productivos y estarán menos estresados al no tener que enfrentar el tráfico diario entre sus casas y la oficina".

Asunto de diseño

A pesar de los puntos a favor y en contra, al final el éxito de una oficina con espacios abiertos dependerá de su diseño.

"¿Qué hace falta en un diseño abierto para una oficina? La idea no es tener una sala muy grande y todo el mundo amontonado ahí para ahorrar costos", comentó Mat Solms.

Solms sugirió que un diseño adecuado debería tener una mezcla de espacios compartidos, espacios privados, espacios para estar en silencio y otros para conversar.

Además, debería contar con buenos sistemas de iluminación, calefacción, aire acondicionado y control de humedad.

¿Tú qué opinas?

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