Con distintos incendios forestales activos en la zona central, la ola de calor que afecta al país tiene a las autoridades en máxima alerta. Regiones como Valparaíso, O’Higgins y el Maule enfrentan serios daños, con más de 300 hectáreas consumidas por el fuego y un impacto significativo en las comunidades locales y los destinos turísticos. Este escenario refuerza la importancia de la gestión del riesgo en territorios que dependen del turismo, especialmente en temporadas críticas como el verano.
“Los incendios afectan no solo la posibilidad de desarrollar actividades turísticas en el corto plazo, sino también la percepción de seguridad de los visitantes. Esto puede prolongar el impacto durante una o dos temporadas, dependiendo de las medidas que tome el destino para minimizar los riesgos percibidos”, explica Cristián Villarroel, Subdirector de la Escuela de Turismo y Hospitalidad de Duoc UC.
Frente a estos desafíos, Duoc UC ha actualizado la malla curricular de sus carreras de Turismo y Hospitalidad, integrando con mayor profundidad la gestión del riesgo de desastres. Según Villarroel, la nueva oferta formativa no solo se centra en la planificación territorial y la competitividad de los destinos, sino que también incorpora competencias esenciales como la planificación ante emergencias, la identificación de peligros potenciales y la aplicación de protocolos de seguridad en actividades turísticas.
“Gestionar el riesgo es una habilidad transversal para los profesionales del turismo. Desde actividades de turismo aventura hasta la gestión de destinos, nuestros estudiantes adquieren las herramientas necesarias para desempeñarse con altos estándares de seguridad y profesionalismo”, añade el subdirector.
Resiliencia y percepción de seguridad
El impacto de una adecuada gestión del riesgo va más allá de la seguridad misma; también influye en la experiencia del visitante y en la percepción de los destinos turísticos. “Primero, debe haber una percepción de seguridad que atraiga a los visitantes. Luego, es fundamental que esa percepción se mantenga durante la experiencia, incluso ante situaciones imprevistas. Los turistas deben sentir que los peligros son gestionados profesionalmente por personas capacitadas”, enfatiza Villarroel.
En un país como Chile, con alta exposición a desastres naturales como terremotos, tsunamis e incendios forestales, contar con profesionales del turismo preparados para gestionar estos riesgos no solo es una ventaja competitiva, sino también una necesidad imperante.
La temporada de incendios es un llamado de atención para los destinos turísticos y para la formación de los futuros profesionales del sector, quienes jugarán un rol clave en la construcción de destinos más resilientes y seguros para todos.