El equipo de abogados que defiende al exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, está dedicado prácticamente al 100% en esclarecer uno de los casos judiciales más complejos del último tiempo.
La maratónica jornada de ayer en que se resolvió la prisión preventiva del ahora imputado por violación dejó a los penalistas con la misión de revertir este escenario y convencer a la Corte de Apelaciones de Santiago de revocar la decisión de primera instancia.

Es que los defensores intentaron que el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago no decretara la prisión preventiva de Monsalve. Expusieron por más de dos horas sus argumentos, centrando los medios de prueba en los informes del Servicio Médico Legal (SML), la declaración de testigos y lo que el propio exsubsecretario les contó.

Reportajes T13 accedió de manera íntegra a la exposición de los abogados –la cual fue expuesta en el tramo decretado como secreto de la audiencia-, quienes a partir de ahora se preparan para apelar a la decisión del tribunal de garantía.

La defensa comenzó con la alocución de la exconsejera del Consejo de Defensa del Estado (CDE), María Inés Horvitz, quien lanzó: “Mi representado ha tenido que soportar un escarmiento público, blasfemias, maldiciones”.

Horvitz repasó la biografía de Monsalve, señalando que era un hombre de “conducta intachable” y querido por sus equipos. Por lo mismo, preguntó ante el tribunal: “¿Por qué pasó todo esto? Su señoría, es tan simple como un tema humano, demasiado humano. Le gustó la chica, le gustaba, ese es el pecado y había razones para que le gustara”.

En esa misma línea indicó que “él siempre creyó, en todo momento, y genuinamente, que ella tenía interés en él, lo demostró, nunca le dijo nada en contra. Era una mujer atractiva que le dio señales en varias oportunidades, nunca lo rechazó, nunca le dijo que no a nada y eso también puede demostrar otro problema de la víctima. Acá hay omisiones muy relevantes de lo ocurrido”.

La defensa de Monsalve señaló que no recuerda nada de lo ocurrido tras la cena en el restaurante Ají Seco, durante el 22 de septiembre. Sin embargo, dijo que la mujer tampoco recordaba los hechos de ese día.

“No entiendo por qué se le cree a la víctima y no él, eso es algo que no podemos entender, que no se haya tomado siquiera mínima y seriamente la posibilidad de que él no recordara nada ¿por qué? ¿porque era subsecretario del Interior? O sea, ahora el cargo va en perjuicio de él, el ‘hombre poderoso’ no puede tener una situación como esta”, manifestó.

Horvitz explicó al tribunal que el año pasado la denunciante ya había visitado ese mismo restaurant. Así se desprende de la declaración de Ricardo Lillo, exfuncionario de Interior, leída por la abogada en la audiencia: “Se tomaron ocho pisco sour, dos se acuerda mi parte, ella dos y medio. Si es como dice la comanda, y eso es innegable, serían 720 ml de pisco para cada uno, cantidad suficiente para producir muchos efectos descritos por la biografía científica”, indicó la penalista.

“La protegió”

La defensa, además, explicó que lo ocurrido en el taxi es clarificador para ellos, pues Monsalve quiso ir a dejar a la víctima a su departamento, sin embargo, dado el estado en que estaban ambos, no lograron dar con el edificio.

Luego, expusieron, que intentaron retomar la marcha hacia la avenida Vicuña Mackenna, pero se percataron que esa no era la ruta, por lo que Monsalve le pidió al taxista dirigirse hacia calle Teatinos con Huérfanos, hacia su hotel. “Él constantemente muestra una actitud de protección hacia ella”, dijo Horvitz. Además, posterior a los hechos, “le preguntaba cómo le había ido con los médicos”.

El libro de Labatut

Otro pasaje que ha causado controversia es el mensaje que Monsalve le envió a la víctima. Según publicó La Tercera, el 25 de septiembre, el exsubsecretario la llama, sin que ella le conteste, y luego le escribe: “El silencio y la indiferencia es una forma de menosprecio, de ofensa”. Esto también encontró explicación por parte de la defensa de la exautoridad.

“Lo que hace es literariamente usar una frase que está en la página 176 de un libro de Benjamin Labatut. Ahí dice: ‘El silencio y la indiferencia es una forma de menosprecio, de ofensa”, indicó Horvitz al juez.

La abogada agregó que el entonces subsecretario “leyó esa frase y la utilizó para de alguna manera decirle, ‘no quiero que te desaparezcas’, porque quería seguir en algún tipo de contacto con ella, que siguieran viéndose”.

Según la abogada, ambos hablaron del escritor Labatut el día del primer encuentro en el Costanera Center, y que luego de eso, Monsalve recibió en su escritorio un libro del autor chileno. Presumió que había sido un regalo de la funcionaria.

Manuel Monsalve está imputado de los delitos de violación y abuso sexual, hoy recluido en prisión preventiva en el Centro Penitenciario de Rancagua. El caso está lejos de terminar y la defensa prepara un proceso que saben será largo y complejo.

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