“Estimada comunidad universitaria:

Las últimas han sido semanas difíciles, de mucha frustración frente a afirmaciones injustas, de distintas voces que buscan desprestigiar nuestra universidad. Conocimos la renuncia de nuestro presidente de la Junta Directiva, Andrés Chadwick, quien debió alejarse para hacer frente a las acusaciones que se le imputan.

En estos días, también se han emitido juicios que nos difaman gravemente, basados en el desconocimiento de nuestra universidad y de toda la labor formativa, del incremento de la investigación y producción científica, y de proyectos de apoyo al desarrollo local con una directa vinculación con el medio. Por lo mismo, evaluaremos la pertinencia de interponer las acciones legales que resulten correspondientes.

En particular, se ha puesto en tela de juicio la formación impartida en nuestra Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, lo que denota una falta de conocimiento de cómo se ha conducido. Esta Facultad, en los últimos cuatro años, no solo se ha fortalecido logrando una certificación de calidad de la carrera de Derecho por seis años con la agencia Acreditadora de Chile, sino que también aumentó su matrícula, avanzó en la actualización y/o creación de programas de postgrados y en la ejecución de proyectos emblemáticos, aportando a la formación de nuestros futuros profesionales.

El rol de la profesora Cubillos fue parte importante de estos logros. Tanto ella, como cada uno de los académicos-docentes de nuestra universidad, cumplió en tiempo y forma sus obligaciones contractuales. Fue una académica reconocida y valorada muy positivamente por sus estudiantes. Su sueldo era alto, pero su calidad académica y su aporte a la universidad ha sido indiscutible.

Sin embargo, esta situación se ha transformado en una oportunidad para revisar nuestro procedimiento de contratación, sobre todo para aquellos casos que tienen méritos excepcionales, mediante una decisión colegiada.

También, en estos días hemos recibido requerimientos de autoridades sectoriales, en lo cual estamos trabajando para dar respuesta conforme a derecho, ya que no tenemos dudas que hemos actuado cumpliendo plenamente con la normativa que nos rige.

Debemos considerar que, de acuerdo a esas normas, la Universidad San Sebastián en forma constante está rindiendo cuentas y entregando toda la Información requerida, por diferentes órganos públicos, como el Ministerio de Educación, la Subsecretaría de Educación Superior, el Servicio de Información de Educación Superior (SES), el Consejo Nacional de Educación, la Comisión Nacional de Acreditación, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, el Ministerio del Medio Ambiente, el Servicio de Impuestos Internos y los Gobiernos Regionales, entre otros. En todos los ámbitos informados nuestro quehacer ha sido aprobado, sin reparo alguno. Lo mismo sucede con las auditorías externas.

Somos una universidad privada, regulada por un gran conjunto de normas y autónoma en sus decisiones y actividades, de acuerdo con la legislación vigente. Podemos dar garantías de que nuestra gestión y el cumplimiento de las obligaciones han sido y son responsables y transparentes, en especial respecto a los aportes fiscales que hoy alcanzan al 35%, en el que se incluye el Crédito con Aval del Estado, tal como se señala en nuestros Estados Financieros auditados y entregados anualmente a la SES.

En 35 años hemos aportado a la sociedad con el desarrollo en investigación avanzada, en todos los ámbitos del conocimiento Hemos contribuido con la formación de más de 50 mil profesionales en distintas disciplinas, egresados que destacan por su aporte al bienestar, desarrollo y crecimiento del país. A través de nuestro trabajo de vinculación, nos relacionamos y aportamos a las comunidades donde estamos insertos.

El centro de nuestro propósito es la formación que entregamos a nuestros estudiantes de pre y postgrado. Seguiremos trabajando para darles una educación de calidad, basada en nuestro Proyecto Educativo. Nos comprometemos, también, a acoger y responder las inquietudes que en el escenario actual surjan desde nuestra comunidad. La búsqueda de la verdad es la esencia de la universidad. Para ello se debe usar la razón y actuar con virtud en todas nuestras actividades. Esto es un compromiso más necesario que nunca en estos tiempos”.

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