"La prudencia demanda que entremos en un proceso constituyente, así como la prudencia debe guiar ese proceso" dijo esta mañana el ministro de Interior Jorge Burgos en su primera intervención ante Icare.
Justo a un mes de su llegada a la jefatura de gabinete, Burgos expuso ante el empresariado las razones por las cuales el gobierno ha decidido comenzar en septiembre un proceso para concretar el cambio de la Constitución.
La prudencia demanda que entremos en un proceso constituyente, así como la prudencia debe guiar ese proceso
"Se ha instalado una real insatisfacción respecto de la Carta Fundamental y las constituciones que no cuentan con el prestigio ciudadano suficiente no son buenas constituciones, cualquiera sean los logros que hayan permitido, pues ella está llamada a ser la palabra con que se zanjen nuestras diferencias", dijo el ministro.
Luego de esto, Burgos remarcó que "no podemos entonces darnos el lujo de vivir bajo la vigencia de un a carta que no goza del aprecio popular que necesita".
"La Constitución es aquello que nos constituye como cuerpo político, debe ser la casa y la obra de todos y a todos debe interpretarnos", recalcó.
Sobre el proceso constituyente que iniciará el gobierno, Burgos dijo que "tengo la certeza que el pueblo de Chile convocado a deliberar no despreciará los beneficios de un sistema que protege la propiedad privada, así como estoy cierto defenderá nuestro régimen de libertades".
Del mismo modo, dijo sentir confianza de que la nueva carta fundamental "exigirá igualdad política y señalará que las políticas publicas debemos propender a igualdades concretas y garantizadas para segurar oportunidades al margen de la cuna que a cada uno nos tocó en suerte".
"No puede haber arreglines"
Burgos planteó ante el foro empresarial que "es evidente que estamos ante una crisis política, pero las crisis son difíciles de leer especialmente cuando es una crisis que no afecta solo al sector público, sino también al privado".
Acá no puede haber arreglines, no es posible ni legal ni moralmente
A juicio del ministro, esta no es una crisis donde "lo que pierde el gobierno lo gane la oposición, sino que ambos pierden. Tampoco es una crisis de buenos versus malos...equivocados hay en todos los sectores".
A juicio de Burgos, la actual crisis tiene "dos grandes aluviones". Uno es el financiamiento de la política y lo segundo es el "comportamiento" de algunas empresas.
Sobre el primer eje, Burgos recordó que "el país se había negado a regular este asunto y sabemos perfectamente quienes eran los que más se negaban y lo dejó convertido en un mercado salvaje, sin normas efectivas que lo regularan".
"Hoy estamos pagando -y caro- no haber encarado de frente este asunto. En cierto modo, se trató de hacer en 2003, en que Chile conoció en casi 200 años la primera ley de financiamiento de las campañas, pero esta resultó ser muy pobre y limitada en sus efectos. Prácticamente no existían límites de gasto, y todos sabemos que a mayor gasto mayor riesgo de corrupción. No aseguraba plena transparencia; y todos sabemos que a mayor opacidad, mayor riesgo de corrupción. No tenía normas de control de gasto ni un servicio que la controlara", recordó.
A juicio del ministro, "ahora sí hay una gran oportunidad para aprobar una legislación de los más altos estándares, podría asegurar sin temor a equívoco que ni el mundo político ni empresarial van a oponerse respecto de una legislación de altos estándares".
Por otro lado, el secretario de Estado remarcó que "acá no puede haber arreglines, no es posible ni legal ni moralmente". Esta última frase de Burgos se da justo en momentos que ha trascendido una minuta que circuló en La Moneda antes del cambio de gabinete, y donde se abordaba la posibilidad de una eventual amnistía.
Rol del empresariado en la crisis
Burgos enfatizó que un segundo eje que alimenta la crisis en Chile "resulta de cierto comportamiento de empresas privadas. Reducir el problema al financiamiento de la política sería un error".
"¿Qué tiene que ver con la política los contratos forward no reales, las evasiones tributarias de miles de millones, el pago a cónyuges de millones de pesos mediante boletas ideológicamente falsas, la práctica que se traduce en la pregunta factura o boleta?", manifestó.
Burgos remarcó que "el listado no es pequeño: La Polar, Jhonson, colusiones de farmacias, los pruductores de pollo, las navieras, algunas universidades privadas, Penta, Cascadas, especulaciones inmobiliarias".
"Por supuesto no todos los empresarios y probablemente muy pocos están en esto, pero el número de casos han sido suficientes para tirar un manto de dudas sobre el sector", aseguró.
El titular de Interior manifestó que "se investigue todo lo que haya que investigar" y que "no podemos seguir caminando en un pantano. Tenemos que ser capaces de impulsar con prontitud las reformas de probidad y transparencia. Pero ello no basta".
No podemos seguir caminando en un pantano. Tenemos que ser capaces de impulsar con prontitud las reformas de probidad y transparencia
Ministro dice que gobierno debe "priorizar" objetivos
En cuanto al Ejecutivo, Burgos reconoció que "tenemos que cambiar prácticas. Ejercer un liderazgo más dialogante, más austero, menos rimbombante, con menos palabras y más voluntad de ser efectivos".
Con todo, el jefe de gabinete advirtió que "esto no significa renunciar a las reformas comprometidas, pero sí priorizar y acotar con realismo aquello que queremos lograr en los próximos dos años".
Sobre este tema, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés dijo ante el mismo foro que "no estoy de acuerdo cuando algunos plantean que para crecer hay que olvidar las reformas".
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