Por Javier Herrera

El diputado de Revolución Democrática, Pablo Vidal, aseguró, el 20 de septiembre en el programa “Estado Nacional” de Televisión Nacional de Chile (TVN), que “no ha habido ningún proceso electoral, durante esta pandemia, que haya implicado un alza en los contagios en ninguno de los once países donde ha habido elecciones”.

El Equipo de Factchecking.cl consultó al parlamentario por los datos que respaldan esa afirmación, ante lo que Vidal reconoció haber leído mal una noticia de T13. Si bien en la nota se afirma que el Servicio Electoral de Chile (Servel) analizó la experiencia de 11 países que habían realizado elecciones durante la pandemia, también se constata que, a la fecha de publicación del 19 de agosto, más de 20 países habían desarrollado elecciones durante la crisis sanitaria.

La Fundación Internacional por los Sistemas Electorales (IFES, en sus siglas en inglés), sostiene en su último reporte que se han realizado 24 elecciones durante la pandemia, mientras que el Instituto Internacional por la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA, en sus siglas en inglés) da cuenta que al menos 74 países y territorios han decidido celebrar elecciones nacionales o subnacionales, a pesar de la crisis sanitaria. Ambas instituciones son afiliadas de la Red de Conocimientos Electorales (ACE) de la Organización de las Naciones Unidas.

Aún así, cabe preguntarse, ¿cómo fue la experiencia electoral de los países a los que hizo referencia el diputado? El Equipo de Factchecking.cl se contactó por medio de un cuestionario con ciudadanos de Corea del Sur, Polonia, Francia y Croacia, países donde hubo elecciones durante la pandemia, para conocer su experiencia y analizar los datos de contagios en cada nación.

Corea del Sur

El pasado 15 de abril, Chung EunKyung fue voluntariamente a votar a las elecciones parlamentarias, en Busan, Corea del Sur, país que con una población de más de 51,3 millones de habitantes, y, a la fecha, solo registra a 25.698 personas contagiadas por coronavirus.

La mujer de 50 años cuenta que, si bien estaba algo preocupada de acudir a las urnas por temor de contagiar a su suegro que vive con ella, nunca tuvo mayores dudas de ir a votar.

Esta seguridad está respaldada por la política sanitaria del país asiático. Según la base de datos de la Universidad Johns Hopkins, si para el día de la votación, Corea del Sur registraba una tasa de contagios de 205 personas por cada millón de habitantes, esa cifra en dos semanas aumentó, casi imperceptiblemente, a 208 contagios dentro de un millón de personas.

Ese día, además de tener que usar mascarilla y mantener una distancia de dos metros con cada votante, les medían la temperatura a la entrada y les entregaban guantes plásticos, no de látex, que a la salida tenían que botar. De igual forma, usaron un timbre para marcar su voto, en vez de un lápiz.

Aquellas personas que tenían restricciones de salida, en el caso de cumplir 14 días de cuarentena por tener contacto estrecho con una persona contagiada, podían asistir hasta las 5:30 pm a un sector especial dentro del lugar de votación, para así evitar el contacto con los demás votantes, que tenían hasta las 6:00 pm para sufragar.

Chung, agrega además, que gracias a todas estas medidas sanitarias, se sintió muy segura para ir a votar.

Esa confianza se reflejó en la mayoría de los electores. Según datos entregados por el sitio Election Guide, un 66,21% de los casi 44 millones de electores votaron en las elecciones legislativas del 15 abril, cifra que contrasta con el 58% de asistencia en las mismas elecciones realizadas en 2016.

Polonia

Otro caso de un aumento en la participación se observó en Polonia, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 12 de julio. Con 30,2 millones de electores inscritos, se alcanzó un 68.18% de participación, unos trece puntos más que el 55.34% de asistencia que tuvo la misma elección en 2015.

Maciej Byczynski, de 33 años, fue una de las personas que voluntariamente acudió a las mesas de votación en Varsovia, la capital del país.

Byczynski afirma que tuvo dudas de ir a votar, independiente de los llamados que hicieron partidos políticos, instituciones públicas y organismos privados, para ser parte de las elecciones.

A pesar de que se instruyeron medidas como el uso de mascarillas, sanitizadores y distanciamiento social, Byczynski se sintió extraño durante la votación, dado que había mucha gente alrededor.

Si para el día de la elección, Polonia contaba con una tasa de casos acumulados de 340 personas contagiadas por cada millón de habitantes, dos semanas después, el 26 de julio, esa cifra aumentó a 428 de contagios por cada un millón de personas.

Francia

El caso francés es opuesto al de los anteriores países. En sus elecciones municipales realizadas el 28 de junio, contaron con una abstención histórica. De los 16 millones de electores llamados a las urnas, solo un 40% acudió a votar. Una tasa de participación 20 puntos más baja que las mismas elecciones en 2014, que presentaron un 63,55% de asistencia en los locales de votación.

Timothée Déluge-Le Bourdiec, estudiante universitario de 24 años, concurrió a un colegio en Saint-Brevin-les-Pins, en la costa francesa, para votar en la segunda vuelta de las elecciones municipales.

Bourdiec asegura que el hecho de ser joven, y de que votara en una pequeña ciudad, lo ayudaron a que no tuviera dudas de ir a sufragar.

Sin embargo, el universitario afirmó que no fue una grata experiencia: “Había una atmósfera y un ambiente pesados. Algunos políticos nos dijeron que fuéramos a votar, los científicos y los médicos nos dijeron que era peligroso, y luego el hecho de escuchar solo eso en los medios: de las muertes, luego de la votación. Hay un vínculo entre los dos que se hace en nuestra cabeza, y se volvió angustioso”, recuerda el joven.

Pese a la dramática abstención, los casos por covid-19 aumentaron luego de las elecciones. Si el día de la votación, Francia tenía una tasa acumulada de 2.972 contagios por cada un millón de habitantes, el 12 de julio, dos semanas después, el país tenía por cada millón de ciudadanos, 3.100 casos por coronavirus.

Croacia

Los votantes también disminuyeron en Croacia. Con cerca de 3,7 millones de personas inscritas para votar en las elecciones parlamentarias del 5 de julio, solo hubo un 46,44% de participación, seis puntos menos que el 52,59% que tuvo la misma votación en 2016.

A sus 68 años, Silvija Marincovic decidió manifestar su voto en Pucisca, ciudad costera de Croacia, donde vive: “No tuve dudas en ir a votar, siempre he ejercido mi derecho a sufragar”, asegura la ciudadana croata.

Marincovic, afirma que se notó que el proceso fue diferente, pero no por eso le generó incertidumbre. “Nunca nos sentimos en riesgo, ya que se tomaron todas las medidas de seguridad. (…) Fue un proceso ordenado”, sostiene.

Para votar era obligatorio el uso de mascarilla, pero de igual forma podían usar guantes y escudos faciales, además de que les entregaban alcohol gel al llegar a los locales de votación.

El 28 de junio, Croacia presentaba una tasa de casos acumulados en orden de 776 personas por millón habitantes. Dos semanas después, se podía estimar que entre un millón de personas, habían 1.070 casos acumulados.

Todos los países anteriormente señalados, que también analizó el Servel, presentan en algún grado un alza de contagios posterior a sus votaciones.

No se puede relacionar exclusivamente una votación con un aumento de casos por coronavirus

La epidemióloga e integrante del Consejo Asesor covid-19 del ministerio de Salud, Catterina Ferreccio, dice que al observar la experiencia de países que estaban con la epidemia al alza, a la baja, o en estadio estacionario “ninguno tuvo un rebrote atribuible a las elecciones”. En la misma línea, Ferreccio argumenta que por el control de la pandemia en el país y las normativas sanitarias para el plebiscito “es un riesgo no mayor al que estamos haciendo todos los días”.

La infectóloga y docente del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Chile, Laura Börgel, es más enfática en señalar que “siempre que existan grandes aglomeraciones de personas vas a tener un aumento del riesgo, si tienes fallas en las medidas de distanciamiento social y de protección. Siempre va a haber un riesgo asociado”.

Aún así, Börgel comparte que a una votación no se le puede atribuir exclusivamente un alza de contagios. “No es el único factor. Va a ser un factor importante porque vas a generar aglomeración masiva pero tienes otros factores que van asociados. Es multifactorial”, concluye la especialista.

El diputado de Revolución Democrática, Pablo Vidal, defiende su punto: “Que haya aumento de casos depende de qué parte de la curva estás, qué tipo de cosas pasaron ese momento. Distinto sería que me dijeran que el 50% de los vocales de mesa se contagiaron. Ahí el proceso eleccionario fue el que produjo unas condiciones tales. Pero eso no ha estado documentado en ninguna parte”.

En síntesis, el diputado es impreciso al sugerir el número de procesos electorales que se han llevado a cabo, y también se equivoca respecto a las cifras de contagios. Sin embargo, la explicación que sugiere en su fundamento se condice con la opinión de las especialistas, en cuanto realizar una votación no puede sugerirse como única causante en un aumento de casos por coronavirus.

Conclusión: 

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