En las últimas semanas han circulado videos en las redes sociales que muestran cómo las aerolíneas utilizan aviones de pasajeros para movilizar carga ante el avance del Covid-19. La tendencia comenzó hace poco mas de un mes con firmas como Austrian Airlines, que dió a conocer cómo llenaba de cajas un Boening 777 en un trayecto entre Viena y Roma.

Las medidas apuntan a poder recaudar ingresos por el único segmento de negocios que hoy está operativo: la carga. Hasta marzo este modelo se sustentaba gracias a la combinación del traslado entre pasajeros y paquetería, porque son pocas las aeronaves 100% cargueras.

Este escenario ha presionado a la cadena logística que rodea a las aerolínea, ya que los proveedores que se dedican al traslado de productos vieron como en un par de semanas su precios se dispararon cinco veces. Si antes de Shangai a Chile el kilo costaba entre US$ 5 y US$7, ahora esta tarifa puede llegar a US$ 27. Y se prevé continuará subiendo.

Efecto en proveedores

Esta es el problema que debe enfrentar K Logistics, una firma que hace 17 años actúa como proveedor para empresas y que cuenta con permisos especiales de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para mantener relaciones comerciales con las aerolíneas, además de los contratos paralelos con navieras. Utiliza los servicios de Latam, Avianca, Copa y otras firmas del sector para hacer sus pedidos.

El avance de la pandemía produjo una alta demanda de producto sanitarios, como mascarillas, alcohol gel y guantes, entonces las empresas solicitaron en forma masiva y con urgencia estos pedidos, razón que impuso a los traslados vía aérea por sobre los marítimos.

“Este negocio es muy dinámico, pero desde que inició el coronavirus la tarifas cambian cada dos días”, dice el fundador de K Logistics, Janan Knust. “Yo llamo a las aerolíneas, me entregan una tarifa cinco veces más cara, con un plazo de dos días de vigencia y no de siete como hace unos meses. Eso es subirlo de manera abrupta”, añade el empresario.

Janan Knust relató que sin contingencia un flete marítimo con un millón de mascarillas cuesta US$ 1.500, lo que equivale a 4.000 kilos. En este mismo escenario, transportar este mismo volumen, pero vía aérea sale alrededor de US$ 20.000. Pero con el contexto de la pandemia y el alza de tarifa ese mismo contenedor que debe ser transportado por avión está alrededor de US$ 100.000.

A su juicio, este efecto durará entre dos y tres meses, ya que los clientes están haciendo ahora sus pedidos de mascarillas en contenedores marítimos. “Las aerolíneas se han visto casi en la quiebra por la falta de pasajeros y, aunque esto es una manera de suplir esto, claramente no es sustentable en el tiempo”.

Otra arista es que las aerolíneas solicitaron los pagos anticipados, rompiendo con la dinámica de crédito a 30 días. “Al ser tan elevado el flete y, como algunos gobiernos (Estados Unidos que expropió respiradores a Brasil) se han apropiado de la mercadería, las aerolíneas lo cobran por adelantado porque hay poca confianza de los pagos en caso de que ocurra una situación similar”, señala Knust.

Cuenta que operadores logísticos se reunieron en Reino Unido para hacer una queja oficial a la IATA, porque “claramente hay un abuso por parte de las aerolíneas, donde suben de manera indiscriminada la tarifa. Hay que pensar que hay una necesidad real de equipamientos médicos, las personas se ven obligadas a traerlas de cualquier manera y no tienen otra opción de hacerlo”.

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