El sábado 28 de diciembre, Sartor Administradora General de Fondos -asesorada por el abogado Antonio Rubilar- presentó una nueva acción judicial en contra de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Ahora, la sociedad habló de “encerrona”, “amedrantamientos” y actuar “matonesco” de parte del regulador.
La firma apuntó a una “verdadera muerte y extinción jurídica de la compañía”, la que, aseguró, “estuvo pavimentada de diligencias de investigación ejecutadas por la Dirección de Supervisión de Mercado de la CMF que fueron excesivas e ilegales”.
Credicorp Capital denuncia "bicicleta y triangulación financiera" en querella contra Sartor
Se trata de la segunda acción de la empresa en menos de una semana. Antes, la gestora ingresó a la Corte de Apelaciones un recurso de ilegalidad en contra de la resolución del regulador que revocó su permiso de existencia y designó a un liquidador. “La CMF ha aplicado la sanción de ‘revocación de la autorización de existencia’ de Sartor del artículo 19 de la Ley N°20.712, sin la tramitación de un procedimiento administrativo sancionatorio”, sostuvo en aquella acción judicial.
Ahora, la empresa interpuso un reclamo de ilegalidad -también ante la Corte de Apelaciones de Santiago- en contra del oficio ordinario N° 167.116 de fecha 16 de diciembre de 2024 de la CMF, que ordenó a Sartor a proporcionar una serie de antecedentes en “forma inmediata”. “Fue utilizado de forma ilegal por los funcionarios de dicho servicio para allanar de facto las oficinas de mi representada, sin seguir el procedimiento que la ley dispone para practicar medidas intrusivas”, dijo el abogado de la firma.
En concreto, la defensa de la gestora pidió que se declare que el oficio recurrido es ilegal, ordenándose que sea dejado sin efecto, que la CMF devuelva los documentos digitales que obtuvo en virtud de este documento y que se abstenga de utilizarlos en el futuro en otras instancias.
“Este requerimiento fue excesivo, abierto e impreciso, pues incluyó el respaldo de prácticamente toda la actividad comercial financiera de la compañía, sin alocarlo en un fondo o sociedad específica. Esto implica una contravención a una serie de normas vinculadas a la confidencialidad de la información: se vulneran secretos comerciales, datos personales y otras reservas que nuestro ordenamiento prevé”, sostuvo la entidad, la cual afirmó: “Lo que se declaró como una diligencia investigativa, era en realidad un paso precedente para preparar una drástica e injustificada decisión totalmente preconcebida, el revocar la autorización de existencia de Sartor”.
Recambio en la intervención de Sartor AGF: CMF designa a un nuevo liquidador para la gestora
Protección de aportantes
Pero, a juicio de la administradora, la ilegalidad más severa fue “el modo” en que se llevó adelante la diligencia personal de su notificación y ejecución: “Funcionarios de la CMF arribaron a las dependencias de Sartor de manera hostil exigiendo la entrega inmediata de la información”, manifestó.
Luego, la defensa de la gestora, afirmó: “Esta verdadera encerrona, se acompañó de actos posteriores donde trabajadores de Sartor fueron objetos de amedrantamientos si no entregaban la información, se les negó su legítimo derecho a oponerse a la diligencia e incluso, en ocasiones, se le prohibió al gerente general consultar las implicancias de la medida con sus abogados. Fue un actuar matonesco que devino en una medida intrusiva que no está legalmente autorizada”.
La firma insistió que, a partir de lo que denominó como una “abusiva diligencia”, la CMF se hizo de toda la información que -dijo- puede potencialmente utilizar en otras sedes. “El problema es que su obtención tiene un vicio de origen”, sostuvo. “La cuestión es grave, porque a través de un requerimiento de información abierto y excesivo, acompañado de actos de matonaje, la CMF logró hacerse de información que es reservada y que le permite construir sus propios casos, vulnerando cualquier atisbo de debido proceso de Sartor y también, indudablemente, agraviando aún más a los aportantes a quiénes dice proteger la CMF”, señaló la gestora, cuya defensa afirmó que “no se opone al ejercicio de las potestades de fiscalización y sancionatorias de que la CMF es titular”.
“Excesos y perjuicios”
La administradora dijo que “siempre se ha mostrado colaborativa” y ha abierto sus libros en el marco del proceso de auditoría y revisión precedente que la Dirección de Supervigilancia de Conducta del Mercado llevó adelante sobre Sartor.
“Sin embargo, mi representada no se puede mantenerse impávida frente a lo que aquí ha ocurrido, puesto que el exceso de poder que aquí la CMF ha ejercido, sobrepasó cualquier límite racional y lógico. Menos, cuando esta abusiva diligencia terminó por ser una de las que precedió a la decisión de revocación de autorización de existencia”, dijo el abogado de la firma, quien sostuvo que “a todas luces, la situación descrita marca un triste precedente y obliga a esta úIltma.
Corte a poner freno a los excesos y perjuicios que la CMF ha llevado a cabo de forma impune desde el 8 de noviembre pasado a la fecha de hoy”. Además, anunció que su representada “se reserva todas las acciones legales para hacer efectiva su responsabilidad en las irregularidades cometidas al momento de llevar a la práctica el oficio reclamado”.