AFP

El gobierno griego y los representantes de los acreedores del FMI y la UE fracasaron este jueves a la hora de lograr un acuerdo sobre las ejecuciones hipotecarias, que forma parte del plan de reformas exigido a Atenas.

"Sigue habiendo desacuerdos", dijo una fuente del gobierno tras el fin de la reunión entre el ministro de Economía, Georges Stathakis, y los representantes del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, que supervisan desde el miércoles el cumplimiento de los compromisos adquiridos por Atenas a cambio de nuevo rescate. 

De esta primera auditoria depende que Atenas reciba la próxima semana el primer tramo de un préstamo de 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares), que forma parte del rescate internacional de 86.000 millones de euros por tres años, acordado en julio para dar liquidez al país. 

Los acreedores buscan reformar el sistema para permitir que los morosos puedan ser expulsados de su vivienda, pero para eso deben llegar a un acuerdo sobre el tope del valor de la vivienda y el nivel de ingresos mínimo que permitiría ejecutar una hipoteca. 

Una fuente del gobierno explicó que la reforma pedida por los acreedores expondría a un 82% de los hogares endeudados a perder su vivienda, mientras que la ley actual de 2010 sobre las deudas de particulares protege a más del 72%. 

El acuerdo sobre este punto es crucial para la recapitalización de los bancos griegos, afectados por los impagos, que el FMI y la UE se comprometieron a sostener con 25.000 millones de euros.  

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