El ultimátum vencía este jueves (24.03.2016), pero el juez Charles Breyer, quien concentra las cientos de demandas civiles presentadas en Estados Unidos contra la automotriz alemana Volkswagen por el escándalo de los coches dotados con un software que manipula sus emisiones, decidió ampliar el plazo para que la compañía encuentre una solución hasta el próximo 21 de abril, atendiendo a los avances mostrados en las negociaciones.

En una vista celebrada en San Francisco, el fabricante alemán y el Departamento de Justicia dijeron a Breyer que mantienen intensas negociaciones para llegar a un acuerdo con el que remediar el problema, que afecta a 580.000 vehículos en Estados Unidos. La idea es reequipar a todos los autos afectados. Pese a que no se ha encontrado una solución definitiva, las partes sí han expresado que las conversaciones van bien encaminadas.

“En consideración de los avances les daré a las partes en conflicto tiempo hasta el próximo encuentro”, dijo Breyer durante la audiencia. Sin embargo, fue claro al señalar que en la audiencia fijada para el 21 de abril deben presentarse “planes específicos y detallados” que solucionen el trucaje de los motores diésel, adaptados para violar la legislación ambiental. De lo contrario, el tribunal evaluará seriamente la posibilidad de iniciar un proceso a mediados de año.

Llamado a talleres

Por si los problemas del mayor fabricante de automóviles de Alemania no fueran ya suficientes, este mismo jueves hizo un llamado a revisión a 800.000 coches por problemas técnicos. Además de Volkswagen, su filial Porsche también se vio afectada por la medida. Se trata específicamente de los modelos VW Tuareg y Porsche Cayenne, que deberán pasar una revisión técnica tras detectarse fallos en el sistema de pedales.

De acuerdo con la compañía, el problema fue hallado en unas pruebas internas y la reparación en el taller llevará apenas media hora. Solamente en Alemania se estima que habría unos 58.000 vehículos afectados. La decisión sigue a la llamada a revisión emitida el miércoles para 177.000 vehículos de su modelo Passat debido a fallos electrónicos que pueden hacer que el motor deje de funcionar.

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