De acuerdo a lo que se conoce hace un tiempo, los hombres tienen una temperatura corporal más elevada que las mujeres. En esta línea, "la mayoría de los edificios de oficinas establecen temperaturas basadas en una fórmula de décadas de antigüedad que utiliza las tasas metabólicas de los hombres", señaló un estudio de 2015.

No obstante, de acuerdo a lo que consigna una nueva investigación, basarse en la temperatura que los hombres consideran más “apropiada”, podría tornarse perjudicial para las empresas.

El estudio que fue dirigido por Chang y Agne Kajackaite del Centro de Ciencias Sociales de Berlín WZB en Alemania, concluyó que las mujeres se desempeñan mejor en tareas verbales y matemáticas cuando la temperatura es más alta.

Por otro lado, se produjo lo opuesto en los hombres, pero el impacto fue menos notable.

Los investigadores de Estados Unidos y Alemania que reclutaron a 543 estudiantes para la investigación, establecieron la temperatura ambiente entre 16 y 32 grados Celsius para varias partes del experimento. Luego de eso, les pidieron a los participantes que realizaran tres tareas: una matemática, una verbal y otra llamada "reflexión cognitiva", donde la respuesta intuitiva era la incorrecta.

Según lo publicado en la revista PLOS ONE, la temperatura afectó a hombres y mujeres para las tareas verbales y matemáticas, pero no tuvo impacto en la prueba de reflexión cognitiva.

"Se ha documentado que a las mujeres les gustan las temperaturas interiores más cálidas que a los hombres, pero la idea hasta ahora ha sido que es una cuestión de preferencia personal", reveló uno de los autores del estudio, Tom Chang, profesor asociado de finanzas y economía empresarial en la USC Marshall School of Business.

"Lo que descubrimos es que no es solo si te sientes cómodo o no, sino que tu rendimiento en las cosas que importan, en matemáticas y en las dimensiones verbales, y lo mucho que lo intentas, se ve afectado por la temperatura", afirmó.

Asimismo, declaró que no es necesario realizar cambios bruscos de temperaturas para tener un efecto notable en los experimentos.

"No es que nos estemos congelando o hirviendo", dijo. "Incluso si pasas de 16 a 23 grados, que es un rango de temperatura relativamente normal, todavía ves una variación significativa en el rendimiento".

En el debate, los creadores del estudio explicaron que el aumento en el desempeño de las mujeres probablemente se debió a un mayor esfuerzo y al envío de más respuestas. En tanto, cuando los hombres experimentaron una caída en el rendimiento, fue porque no presentaron tantas respuestas como lo hicieron sometidos a la temperatura más baja.

"La gente invierte mucho para asegurarse de que sus trabajadores estén cómodos y sean altamente productivos", indicó Chang. "Este estudio indica que incluso si solo te preocupa el dinero o el rendimiento de tus trabajadores, es posible que desees aumentar la temperatura en los edificios de tus oficinas".

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