AFP
Las economías china y japonesa deberían registrar una clara desaceleración estos dos próximos años, si bien el crecimiento en Asia mantendrá su solidez, ya que el consumo interior compensará la debilidad de los intercambios mundiales, anunció este martes el FMI.
Las medidas de reactivación gubernamentales, el menor costo de las materias primas y los bajos índices de desempleo alimentarán el crecimiento regional, predijo el Fondo Monetario Internacional (FMI), que urgió a las autoridades a continuar con las reformas.
En su informe sobre Perspectivas para Asia y el Pacífico, el FMI alerta no obstante de los desafíos procedentes del exterior de la región, como la debilidad económica de los países desarrollados, el bajo volumen de intercambios mundiales y la volatilidad de las plazas financieras.
La institución financiera prevé un crecimiento para Asia del 5,3% en 2016 y 2017, contra una precedente estimación del 5,4%.
Desde sus previsiones regionales de octubre, las bolsas mundiales han hecho frente a las consecuencias de las preocupaciones sobre la desaceleración económica china y, en enero y febrero, a la caída de los precios del petróleo.
"Asia se mantiene como la región más dinámica del mundo, pero se enfrenta (...) a la debilidad de la recuperación mundial, a la desaceleración de los intercambios mundiales y al impacto a corto plazo de la transición económica china", señala el informe.
"Para reforzar su resistencia a los riesgos globales, y seguir dinámica, los responsables deben llevar a cabo reformas estructurales para aumentar la productividad y aligerar la fiscalidad, apoyando al mismo tiempo la demanda en función de las necesidades".
La economía china, motor crucial para el crecimiento mundial, crecerá este año un 6,5% y un 6,2% en 2017.
Estas cifras se sitúan lejos del 6,9% registrado en 2015, el porcentaje más bajo en un cuarto de siglo, pero un poco mejor que la previsión precedente del FMI.
Este resultado refleja que las autoridades chinas se esfuerzan en reequilibrar el modelo económico hacia el sector servicios y hacia el consumo interior, en detrimento de las inversiones públicas y las exportaciones.
El crecimiento japonés también sufrirá una desaceleración, estima el FMI.
Las exportaciones se verán afectadas por un encarecimiento del yen, a sus niveles más altos en 18 meses frente al dólar, mientras que los intercambios con China retrocederán.
Por ello, el FMI reduce su previsión del crecimiento japonés para 2016 a 0,5%, mientras que estima un -0,1% para 2017 a causa del aumento esperado del impuesto al consumo.
La institución internacional también cita el problema de la envejecida población nipona y una deuda enorme.
El Banco de Japón rechazó la semana pasada reforzar sus medidas de apoyo, a pesar de unas nuevas estadísticas mediocres, en un momento en que la estrategia de reactivación lanzada hace más de tres años por el primer ministro Shinzo Abe no parece dar los resultados esperados.
El FMI ha previsto un crecimiento del 7,5% en India, tanto en 2016 como en 2017, y del 2,7% y 2,9% en Corea del Sur, respectivamente.