Martin Winterkorn, ex presidente ejecutivo del gigante automotor Volkswagen, mantuvo su versión de que no tuvo  conocimiento de antemano de la manipulación de los motores diésel que sumió a la compañía en la peor crisis de su historia.

En una comparecencia ante una comisión del Parlamento alemán, su primera aparición pública después de que estallase el escándalo en septiembre de 2015, Winterkorn desmintió informes de que hubiese estado al tanto del fraude meses antes de que fuese admitido públicamente. "No tuve acceso a ningún expediente al respecto", aseguró en una declaración leída ante los diputados.

El ex tododopoderoso presidente de Volkswagen, de 69 años, calificó su renuncia como "el paso más difícil" de su vida y admitió que tendrá que convivir con la idea de que su nombre siempre estará ligado al fraude de los motores. Winterkorn se describió como "una persona que sabe apreciar la sinceridad" y dijo que en 35 años en la empresa había hablado casi a diario con los empleados. "No se puede entender por qué no fui puesto en conocimiento de forma temprana y clara sobre los problemas de las mediciones", continuó.

Hasta ahora no está claro cuándo tuvo constancia de la manipulación masiva de motores. Winterkorn, el ingeniero obsesivo bajo cuya égida Volkswagen engañó a millones de clientes y violó leyes, se excusó de ofrecer más detalles a los legisladores.  La comisión parlamentaria está encargada de esclarecer si el Gobierno germano también tuvo una parte de responsabilidad en el descubrimiento tardío de un software ilegal montado en los motores para simular emisiones contaminantes menores a las reales.

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