Este 2023 el país volverá a vivir su tradición más longeva: La procesión del Cristo de Mayo, la que tuvo que ser interrumpida durante cuatro años.

Cada 13 de mayo la Orden de San Agustín venera y desfila junto al crucifijo de madera tallado en 1613 por el fray Pedro de Figueroa, figura religiosa que es parte de la Iglesia de San Agustín, fundada en 1595.

Después de cuatro años: Vuelve la procesión del Cristo de Mayo

34 años más tarde el tallado, conocido hasta entonces como “Señor de la agonía”, cambiaría su significancia para siempre por una de las primeras catástrofes de magnitud de la historia de Chile.

El 13 de mayo de 1647 un terremoto de magnitud 8,5 remeció la zona centro del país, dejando una cifra de víctimas fatales superior a las 600 personas y derrumbando casi todas las edificaciones de la ciudad de Santiago. 

Producto del sismo se cayeron los muros de la iglesia de San Agustín, sin embargo, la estatua del “Señor de la agonía” quedó casi intacta, a excepción de la corona de espinas de Jesús, la que cayó de la cabeza a su cuello. 

De acuerdo con la tradición popular, cuando los frailes agustinos intentaron reponer la corona a la su posición original hubo réplicas del terremoto, por lo que decidieron desistir para que no se repitiera la tragedia.

Desde 1648, cada 13 de mayo se realiza la procesión de la figura de madera, también nombrada como “el señor de los temblores” para evitar la llegada de desastres naturales.

La tradición ha sido suspendida solo en dos ocasiones: en 1960, debido a manifestaciones en Santiago, acción que habría “resultado” en el terremoto 9,5 del 22 de mayo de 1960.

La segunda suspensión inició en 2020 por la pandemia de Covid-19, en donde no podía haber eventos masivos para no propagar la enfermedad.

Tras 367 años del inicio de la tradición, este 2023 el Cristo de Mayo volverá a recorrer las calles de Santiago para resguardar al país de las catástrofes. La procesión se realizará desde las 16:00 hasta las 17:30, cuando iniciará una eucaristía. 

 

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