Una pareja vive al interior del histórico Palacio Larraín, emplazado en calles Moneda con Cienfuegos, en pleno centro de Santiago.

Se trata de José Antonio Ilianovich (36), licenciado en Historia, que lleva 18 años viviendo en el edificio, sin embargo, los últimos seis los ha hecho con su esposa Sofía Latorre (36).

En conversación con Las Últimas Noticias (LUN), relató que le propuso a sus actuales dueños hacerse cargo de la propiedad y así, recuperar sus valores históricos.

Fue así que un tiempo arrendó habitaciones con un fin residencial, sin embargo, ahora lo hace solo para que artistas se instalen con sus talleres. De esta forma, recibe ingresos para pagar el arriendo por la propiedad.

Cabe recordar que el palacio fue construido en 1913 por encargo de la familia Larraín Mancheño y vivieron por casi 59 años hasta 1972, donde luego quedó cerrado, se sometió a remate y cambió de dueños.

La propiedad posee cerca de 3 mil metros cuadrados, además de 14 baños, cuatro cocinas y 88 habitaciones, 40 de las cuales se destinaron para descanso.

Ilianovich relató que cuando llegó al palacio "prácticamente estaba en ruinas. Les presenté (...) la idea de recuperarlo (...) Ellos no vivían aquí, así que les interesó recuperar su valor histórico y potenciar sus detalles arquitectónicos".

¿Cómo es vivir dentro del Palacio Larraín?

El licenciado en Historia afirma que "vivimos en un ala del museo, en un sector que se llama la casa museo. Al principio las acciones cotidianas más simples se tornaron un poco difíciles, pero tratamos de sobrellevarla de la mejor manera".

Ilianovich afirmó que, por ejemplo, en el almuerzo, "si uno come en el comedor principal, que tiene 40 metros cuadrados y está en el segundo piso, la comida llega fría (porque de donde habitan deben movilizarse 30 metros para llegar)".

Asimismo, aseguró que para ellos "ya es una normalidad" vivir en la casa, aunque mantenerla limpia "es un tema". "Si uno no la limpia frecuentemente, se deteriora. Limpiamos nosotros o a veces pedimos que nos ayuden", apuntó.

"Otro problema es que es imposible calefaccionar toda la casa, así que ocupamos estufas por sectores", afirma.

También se hacen visitas guiadas por la casa, donde la pareja está vestida de la época y donde todo está ambientado. Asimismo, pronto realizarán un desfile de moda.

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