La Seremi de Salud del Maule confiscó 1.200 kilos de pollos que se encontraban en mal estado en un reconocido local establecido en la comuna de Romeral.

El local "Los Ricos Pollos", ubicado a pasos de la plaza principal de la comuna, en la provincia de Curicó, manipulaba la carne en mal estado con la intención de disminuir el mal olor de la descomposición.

Los vendedores "bañaban" los pollos en cloro para acabar con el aroma a descomposición y así ponerlos a disposición para su venta. Después de esto, vendían el producto asado para el retiro en el local.

¿Qué pasa si alguien consume un pollo bañado en cloro?

El médico cirujano, y académico de la Usach, Tito Pizarro, explicó que “existen muchos riesgos para las personas que consumen un producto así. Por ejemplo, trasgresiones alimentarias, indigestión, diarrea o una gastroenteritis".

"Además, es posible que ese pollo esté contaminado o que tenga elementos que son más tóxicos. Aquí hay un riesgo evidente de una mala praxis que no debe usarse”, añadió.

Pero Pizarro va más allá, indicando que este tipo de alimento, que a simple vista puede ser consumido por todo tipo de población, puede generar graves efectos en grupos específicos.

"La situación puede ser mucho mayor en lactantes, niños chiquitos y adultos mayores. Si bien hay gente que no sentirá nada, hay grupos que son mucho más sensibles y que se pueden ver afectados. Uno consume pensando en que ese pollo está en buenas condiciones y no es así”, manifestó.

Un engaño para la población

El académico de la Usach señala que la acción que realizaba  el supermercado de Romeral para vender pollos asados previamente bañados en cloro también es un engaño para los consumidores.

“El procedimiento empleado revela que esos pollos estuvieron mucho tiempo guardados, sin sus condiciones de olor y sabor, sin inocuidad y que ya están pasados de su fecha de vencimiento. Lo que intentan es engañar a la población para que no se sienta el mal olor, para que parezcan en buen estado, sin estarlo. Entonces eso es un engaño”, señala.

Pizarro recalca que quienes trabajan en este tipo de actividades conocen los procedimientos relacionados con las fechas de vencimiento o caducidad. “Entonces, si compraron una cantidad de animales y no los pudieron comercializar, lamentablemente, estos insumos deben ser eliminados, no queda otra opción porque  alargar su vida útil puede ser peligroso”.

 

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