La Policía de Investigaciones (PDI) reconoció este lunes que en el momento del asalto a la tienda de juguetes "La Bodeguita", en que murió el subcomisario Franco Collao, se encontraban presentes más funcionarios de la institución, quienes no actuaron contra los delincuentes.

Collao estaba en la tienda junto a su esposa, la también subcomisario Jeannette Frez, embarazada de 23 semanas, mientras disfrutaba de un día libre. Pero, al ver que un grupo de delincuentes intentaba asaltar el lugar, actuó contra ellos y repelió el robo. Los asaltantes le dispararon y el subcomisario falleció.

La PDI instruyó un acto administrativo, tras conocer la presencia en el lugar de los hechos de más efectivos de la institución, para "establecer o descartar las responsabilidades que le pudieran corresponder al personal en cuestión, conforme a su ubicación al interior del lugar y conocimiento de lo ocurrido".

Asimismo, la investigación interna apunta a conocer por qué no se le brindo apoyo ni auxilio a su compañero Franco Collao.

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Los policías estarían identificados por la PDI como dos subprefectos y un comisario, quienes por juramento a la institución tienen la obligación de intervenir siempre en estos casos.

Los efectivos de la PDI incluso deben portar su arma en todo momento -ésta no puede llevarse ni en una mochila ni un bolso-. Por estas razones Collao actuó pese a estar en un día libre.

Hasta ahora solo uno de los presuntos responsables ha sido formalizado y quedó en prisión preventiva, mientras la investigación policial continúa en búsqueda de los delincuentes fugados.

Identifican a sospechosos de homicidio de subcomisario de la PDI

 

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