Este jueves a primera hora se materializó la salida de las Diócesis de Rancagua y de Talca de los obispos Alejandro Goic y Horacio Valenzuela respectivamente, luego de que el Papa Francisco aceptara la renuncia que presentaron junto a todo el obispado en mayo pasado.
En su última jornada en la diócesis, monseñor Valenzuela difundió una carta de despedida a los fieles de la Región del Maule en la que además agradeció al Sumo Pontífice, de quien dijo que "nos ha recibido como un padre misericordioso que sabe a amar, animar y corregir".
El religioso también se refirió a la compleja situación que atraviesa la Iglesia con el destape de nuevos casos de abusos: "Las heridas que de una u otra manera, con palabras, obras y omisiones hemos provocado al cuerpo de Cristo que es la Iglesia la han debilitado. No pocos reciben con perplejidad las noticias que día a día muestran un dolor nuevo. Son días de prueba donde, como Santo Pueblo de Dios, necesitamos orar más intensamente y comprometernos a colaborar cuidando la unidad", explicó.
Perdón "a quienes causé algún sufrimiento"
Valenzuela aprovechó de agradecer a quienes trabajaron con él en los 22 años que estuvo en la diócesis, desde diáconos, religiosos y la misma ciudadanía, e hizo una fuerte autocrítica de su actuar.
"Quisiera sincera y humildemente a todos pedirles que me puedan perdonar tantas deficiencias y limitaciones que el Señor conoce. Les pido también perdón a quienes causé algún sufrimiento y no traté bien; a quienes presté poca atención y no les di un buen testimonio de Cristo y su Evangelio; por todo lo que no concluí, por lo que no hice o hice mal, les pido su perdón y comprensión", recalcó.