Luego de los cuestionamientos recibidos desde la comunidad religiosa y puntualmente de la congregación de los Sagrados Corazones, el recién nombrado obispo de Osorno, Juan Barros, publicó hoy una carta en la que se refiere a los cuestionamientos originados tras su designación. 

En la misiva dirigida a los religiosos y fieles de la diócesis de Osorno, Barros explica que pasó el último mes viviendo el Retiro Espiritual de San Ignacio de Loyola junto a los padres jesuitas.

Sobre los cuestionamientos tras su nombramiento como obispo como encubridor de los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, Barros explica en el texto que "jamás" tuvo conocimiento de alguna denuncia  y que nunca imaginó "aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas".

"Yo llegué a participar a la Parroquia del Sagrado Corazón en tiempos hermosos de espiritualidad y apostolado, pero terminé defraudado por este sacerdote y condeno absolutamente los delitos por él cometidos", continúa.

Finalmente, Barros reafirma su interés por "cumplir como buen pastor y aceptando con espíritu y obediencia esta nueva misión encomendada por el Papa Francisco".

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