En tiempos en que la información es cada vez más pública y a medida que la ciudadanía asume un rol más activo como ente fiscalizador de sus autoridades, casos como el Milico Gate ─que indaga un millonario fraude en el Ejército bajo el amparo de la Ley Reservada del Cobre─ cobran real importancia.
Sin embargo, esa legislación ─que le entrega un 10% de las ganancias anuales del cobre a las Fuerzas Armadas y le quita la autoridad fiscalizadora a la Contraloría y al Congreso─ no es la única “ley secreta” del Chile.
De hecho, se estima que en Chile existen cerca de 180 legislaciones cuya información no puede ser conocida por el país por tener el carácter de “clasificada”.
La mayoría de éstas tiene que ver con materias de Defensa y presupuesto de Fuerzas Armadas. Algunas incluso hablan de temas que actualmente ya no están vigentes.
Si bien la Ley Reservada del Cobre se aprobó un 29 de octubre de 1958 en el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, la mayoría de las leyes reservadas fueron promulgadas durante el régimen militar de Augusto Pinochet.
Sin embargo, en democracia también hubo leyes secretas o reservadas.
Según el abogado y profesor de Derecho de la Universidad Católica, Francisco Leturia, existen tres leyes secretas que fueron promulgadas tras el régimen militar y que tendrían que ver con temas limítrofes y de Defensa.
Pese a que la mayoría de los expertos aboga por que estas legislaciones sean promulgadas, para algunos este carácter de reservada sólo se justificaría en algunos casos extremos.
Raúl Ferrada, Director del Consejo para la Transparencia, “para que una materia sea reservada o secreta, efectivamente su divulgación debe afectar la seguridad nacional. En el caso contrario, debe ser divulgada”.