La dura carta que en 2015 Juan Carlos Cruz envió al Papa Francisco hoy vuelve a asomar como uno de los testimonios que acusan al polémico obispo de Osorno, Juan Barros, como encubridor de los abusos sexuales del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima. Todo esto después de que el Pontífice asegurara en reiteradas ocasiones no tener pruebas ni acusaciones directas contra Barros, tras su paso por Chile.
"Santo Padre, te escribo esta carta porque estoy cansado de luchar, de llorar y sufrir", dice en sus párrafos iniciales la carta -divulgada por la agencia AP- enviada a Francisco y que fue entregada a través del cardenal Sean O'Malley, el obispo estadounidense encargado de investigar los abusos sexuales de sacerdotes.
La carta -a la que accedió T13.cl- continúa diciendo que "nuestra historia es bien conocida y no hay necesidad de repetirla, excepto para contarle el horror de haber vivido este abuso y cómo quería suicidarme".
La misiva es especialmente dura al explicitar y detallar cómo Karadima abusaba de menores, otros sacerdotes y él mismo. Cruz cuenta cómo el ex párroco besaba en la boca a sus seguidores y otras prácticas abusivas. "Juan Barros fue testigo de todo esto innumerables veces, no solo conmigo, sino también con otros (...) Juan Barros cubrió todo lo que dije", dice la carta.
Sin embargo, el Papa aseguró no tener evidencia ni haber conocido denuncias en contra del obispo de Osorno durante su visita en enero pasado, donde además pidió pruebas, calificando de "calumnias" todo lo que se decía de Barros.
El propio O'Malley, en un hecho sin precedentes, criticó los dichos del Papa Francisco al respecto, señalando que "es comprensible que los dichos del Papa Francisco sean fuente de gran dolor para todos los sobrevivientes de abusos sexuales por parte del clero".
Las víctimas también cuestionaron los dichos del Pontífice. El propio Juan Carlos Cruz aseguró que "estaba enojado, y al mismo tiempo no podía creer que alguien tan alto como el mismo Papa pudiera mentir sobre esto".
Días después, Francisco intentó rectificar sus dichos en el vuelo de vuelta al Vaticano, lo que no terminó por calmar a las víctimas, seguras de que el Pontífice sí conoce las denuncias contra Barros. En esa oportunidad aseguró que fue un error pedir pruebas, pero siguió respaldando al obispo de Osorno.
Finalmente en otro intento del Vaticano por esclarecer los hechos, Francisco envió al arzobispo de Malta, Charles J. Scicluna a escuchar a las víctimas que acusan a Barros, en medio de voces tanto del clero como de laicos que sigue pidiendo una renuncia del obispo que solo ha reiterado su inocencia.