Desde el pasado viernes 2 de febrero, se registraron incendios forestales en distintos puntos de la Región de Valparaíso, afectando principalmente a las comunas de Viña del Mar y Quilpué.
Para evidenciar su verdadero impacto, académicos e investigadores del Laboratorio de Geo-información y Percepción Remota de la Pontificia Universidad de Valparaíso realizaron un informe sobre el comportamiento del siniestro.
La investigación utilizó imágenes satelitales proporcionadas por la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio )y la Agencia Especial Europea (ESA).
El reporte indica que era inevitable que el incendio no afectara las viviendas colindantes. Además, las condiciones meteorológicas fueron propicias para propagar el incendio.
El trabajo desarrollado por el director del Laboratorio, Roberto Chávez, junto a otros investigadores, evaluó el área quemada y la severidad del incendio mediante una técnica de análisis satelital comparando una imagen previa al incendio y una posterior.
Qué dice el informe
En primer lugar, la investigación destaca que el Lago Peñuelas sirvió como un cortafuegos natural, evitando la propagación de las llamas hacia la Ruta 68 con dirección a Valparaíso.
Las imágenes capturadas el 3 de febrero muestran focos activos y plumas de humo hacia el norte.
En concreto, el informe destaca que el área afectada abarca aproximadamente 9,429 hectáreas, considerando zonas de baja, media y alta severidad.
Asimismo, debido a la presencia de eucaliptus, matorrales, aromo y pino, se aumentó el poder de encendido e inflamabilidad, provocando que el incendio avanzara a sectores poblados de la Región de Valparaíso.
Finalmente, el investigador recalcó que la finalidad del informe es explicar desde la objetividad de la ciencia las variables que pueden provocar incendios, “la proyección del fuego y la condición eruptiva responden al desarrollo del informe, hay explicaciones para los habitantes que se deben acoger al conocimiento, una ciudad más educada también es una ciudad más segura".
