La Universidad de Chile y el laboratorio italiano Reithera firmaron un acuerdo para instalar un centro de biotecnología en nuestro país que produzca vacunas, entre otras operaciones médicas.

Desde la entidad académica destacaron la alianza que busca crear un centro productor de vacunas en el Parque Carén, en las afueras de la región Metropolitana, en medio de la pandemia de COVID-19 que ha hecho que nuestro país importe millones de vacunas.

“Nosotros creemos firmemente que la ciencia y la tecnología son sustanciales para la soberanía y la independencia del país, para brindarle a sus ciudadanos seguridad, y por lo tanto pensamos que este es uno de los temas estratégicos más importantes que el país tiene que abordar”, dijo el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi.

 El Centro de Biotecnología y Producción de Vacuna busca recuperar la capacidad de elaborar vacunas en territorio nacional, una facultad que el país ejerció por cerca de un siglo pero que se perdió a comienzos de los años ‘90.

El proyecto habla de una planta multipropósito con capacidad para producir 100 millones de dosis anuales de hasta cinco productos biofarmacéuticos distintos. El recinto tendrá una superficie de 7000 m2 y una capacidad instalada de 4.400 litros para las etapas iniciales de producción de vacunas, sin considerar el envasado (fill & finish). 

“Esta ha sido una idea consensuada con una contraparte internacional y que, creemos, constituye un ejemplo de cómo el país puede avanzar en generar capacidades propias para cubrir necesidades de salud pública, pero también promover un desarrollo distinto basado en el conocimiento y que permita la diversificación de la matriz productiva del país”, explicó el vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. de Chile, Flavio Salazar.

Vacuna contra el COVID-19

Junto con anunciar el proyecto, la Casa de Bello dio a conocer una alianza estratégica con ReiThera, farmacéutica italiana que está desarrollando una promisoria vacuna contra el COVID-19 basada en un vector viral de chimpancé.

En la Fase II del ensayo clínico, la fórmula mostró respuesta inmune en el 99% de los individuos. Una vez confirmados los resultados de la Fase III, la vacuna podría ser aprobada para su uso de emergencia y producida localmente en Chile, con la particularidad de poder modificarla para adaptarse a contingencias como la eventual aparición de nuevas variantes.

“En el corto plazo, la colaboración con la U de Chile, ReiThera, y los partners italianos representa una oportunidad de orientación proactiva para combatir el COVID-19 que nos ha preocupado a todos en estos meses que hemos vivido. También podría ayudar a implementar la llegada de vacunas en países que actualmente han sido menos efectivos en la campaña de vacunación simplemente por falta de dosis”, explicó el coordinador de la Delegación Italiana y Director de Negocios y Operaciones Regional de Rosiglioni Impianti, Valerio Branchi.

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