Tras su encuentro con obispos y religios en la Catedral Metropolitana de Santiago, el Papa Francisco se dirigió al Santuario del Padre Alberto Hurtado, donde rezó de forma íntima frente a la tumba del santo y compartió una reunión privada con la comunidad Jesuita de Chile y algunos acogidos del Hogar de Cristo.
Al respecto, el Provincial de los Jesuitas, el Padre Cristián Campos, quien estuvo presente en el encuentro, comentó que "fue una conversión muy relajada, él lo pide así, que sea una conversación con poco protocolo (...) Él dirigió unas palabras de inicio, tuvimos preguntas y respuestas. Al ver a muchos jesuitas con los cuales compartió en 1960 contó muchas anécdotas".
El encuentro fue definido como un "profundo diálogo" entre todos los jesuitas junto al Santo Padre, finalizando así su agenda del día martes en la región Metropolitana.