El 6 de enero Esteban Guerrero logró captar el momento justo en que un automóvil de doble tracción ingresó al Cerro Unita, lugar en que se encuentra el geoglifo el Gigante de Tarapacá, dejando huellas irreparables en el sector.

Un daño que está penado por la ley, tipificado en el artículo 38 de la ley N°17.288, en el cual se especifica que “el que causare daño en un monumento nacional, o afectare de cualquier modo su integridad, será sancionado con pena de presidio menor en su grado medio a máximo y multa de cincuenta a 200 Unidades Tributarias Mensuales".

Por eso es que las autoridades de la Región de Tarapacá estamparon una denuncia en el Consejo de Monumentos Nacionales, como también en la Brigada de Delitos Medioambientales de la PDI. Esto permitió que la policía detuviera a los implicados en el caso.

En la detección de los responsables del daño al patrimonio cultural fue clave la fotografía que compartió Guerrero.

Los detenidos son dos personas chilenas y una de nacionalidad belga, quienes fueron abordados por la PDI en el Aeropuerto Internacional.

 

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