Reportajes T13 logró tener acceso a la declaración de la segunda denunciante de Jorge Valdivia, quien acusa al ex futbolista y comentarista deportivo del delito de violación.
Se trata del relato de la primera víctima ante funcionarios policiales. Su testimonio da cuenta sobre qué habría ocurrido el día de los hechos al interior del departamento del exfutbolista y que hoy se investigan como delito de violación.
Valdivia tiene en su contra dos denuncias por delitos sexuales y recientemente fue enviado a prisión preventiva, medida cautelar que se encuentra cumpliendo en la cárcel de Rancagua.
Este caso es del que menos se conocen detalles, sin embargo ahora salió a la luz gran parte de la declaración de la mujer que se juntó con el ex jugador la noche del jueves 17 de octubre. Lo que se sabía era que tras contactar por Instagram a la segunda denunciante, Valdivia la invitó al restaurante 'El Toro', en Vitacura.
La mujer accedió a ir con dos personas más a dicho lugar. Reportajes T13 pudo conocer parte de la conversación entre la víctima y una amiga antes de llegar al local: 21.06 hrs de ese día jueves.
Los chats entre la denunciante y su amiga por Valdivia
A través de redes sociales, la segunda denunciante tuvo una conversación con su amiga, momentos antes de juntarse con Jorge Valdivia en el restaurante.
El chats entre ambas fue de la siguiente manera:
Denunciante:
Nica me lo tiro (sic), qué asco
Amiga:
Que ascoo
Denunciante:
De verdad qué asco
Ni que fuera escort
Para la acusación, este mensaje cobra relevancia como antecedente. Después de esta conversación, ambas llegaron hasta el restaurant en Vitacura y este es el relato de ella redactado por un funcionario policial, al que tuvo acceso Reportajes T13.
La declaración de la denunciante ante la policía:
"Se encontraba el exfutbolista Jorge Valdivia, su hermano, su manager, su mejor amigo y la esposa de su mejor amigo. Al principio no era incómodo, les ofrecían trabajo y se reían de la diferencia de edad. Jorge le decía que era muy bonita. Con sus amigas se tomaron solo 2 tragos de Ramazzotti”.
Ya en la madrugada del viernes 18 de octubre y tras el cierre del local, se dirigieron al bar discoteque Candelaria, de la misma comuna. En esa fiesta se encontraba Jorge Valdivia, su hermano, su manager, su mejor amigo, la denunciante y su amiga. Es aquí donde la víctima relata un momento desconocido hasta ahora.
"Le ofreció de su vaso y Valdivia le quitó la tapa"
"Al llegar a la disco con su amiga fueron hasta el baño diciendo que se encontrarían en la pista de baile. Al encontrarlos, Jorge le dice que le compraría un gin. Miró como el barman preparaba su vaso, a este le pusieron una tapa. Le ofreció de su vaso a Valdivia, este le quitó la tapa, lo compartió con sus amigos y lo perdió de vista para luego entregarle el vaso, tomándose lo que quedaba. Fue ahí cuando decidieron retirarse del lugar a las 2:30 horas aproximadamente del viernes 18 de octubre”.
El destino era el departamento del exfutbolista. Es en ese viaje -en la camioneta del comentarista de televisión- donde habrían comenzado los abusos.
"En el trayecto se encontraba drogada, no sentía su cuerpo, mientras este individuo le realizaba tocaciones, dándoles besos sin su consentimiento hasta llegar al lugar antes indicado, en donde se baja de la camioneta tambaleándose subiendo hasta su departamento, llegando a una terraza en la cual recuerda que decidieron pedir algo para comer. No volvió a beber, ya que se sentía muy mal, veía todo borroso y su cuerpo no reaccionaba”.
Es en el instante posterior a ese momento donde habría ocurrido el primer abuso.
"De un momento a otro, se quedaron solos. Jorge comenzó a tocarla… En ese momento entró uno de sus amigos y le dijo algo a Valdivia, para luego bajar ambos al primer piso diciéndole: ‘Mi amigo me cortó todo, porque estaba celoso’, entrando a la pieza en donde la desvistió”.
La defensa de Jorge Valdivia apunta a que ambas interacciones habrían sido consentidas, distante diametralmente a la posición de la fiscalía, los abogados querellantes y el relato de una de sus denunciantes.
