Como "una bomba de tiempo". Así de crítica sería la situación de las cárceles frente a la pandemia del Coronavirus, de acuerdo a un informe emitido por la fiscala judicial de la Corte Suprema, Lya Cabello. 

El informe "Situación recintos penitenciarios en pandemia COVID-19" constata la imposibilidad de implementar a nivel nacional medidas efectivas de prevención necesarias para evitar el contagio de coronavirus y para el cuidado de los reos enfermos por el virus.

"Es de particular importancia la recomendación de reducir las poblaciones penitenciarias siempre que sea posible mediante la implementación de esquemas de liberación temprana, provisional o temporal para aquellos detenidos que sea seguro hacerlo", plantea el informe.

En el estudio,  realizado en base a la labor de los fiscales judiciales de todas las cortes de Apelaciones del país,  se establece que en la actualidad hay 42.084 internos. De ellos el 30% aproximadamente son imputados en prisión preventiva.

Si bien se constata que se han adoptado distintas medidas epidemiológicas e instructivos destinados a prevenir y controlar la epidemia de coronavirus "la realidad de los recintos penitenciarios de nuestro país ha evidenciado que la privación de libertad implica, en sí misma, la privación de otros derechos o medios de subsistencia, tales como el acceso a agua potable, a una atención médica oportuna y a medidas de higiene y salubridad, lo que acompañado de las altas tasas de hacinamiento y de deficiencias infraestructurales serias en varios establecimientos penitenciarios, convierten a las personas privadas de libertad en un grupo especialmente vulnerable a un contagio rápido y masivo, y a un escaso e insuficiente acceso a medidas paliativas que permitan un adecuado tratamiento frente a la enfermedad contagiosa que se vive en el país".

Hacinamiento y falta de condiciones

Dentro de los principales problemas al interior de las cárceles, la fiscala judicial destacó.
 
-Hacinamiento: "Aparece el grado de hacinamiento de nuestros recintos carcelarios, la inexistencia de celdas individuales en la gran mayoría de los casos, lo que impide la primera medida recomendada para la contención del contagio, como es el distanciamiento social; el que resulta imposible de cumplir en esos recintos, más  aún cuanto que los internos permanecen encerrados en dormitorios colectivos más de 15 horas diarias, un reciente informe del INDH reveló que cerca del 51% de los reos hombres no cuenta con una cama propia para dormir".

-Lugares de aislamiento para enfermos o sospechosos de contagio: "No ha sido posible a los Fiscales Judiciales constatar si los lugares destinados cumplen con las condiciones".

A modo de ejemplo, se cita el caso de Santiago Sur, donde la sala de aislamiento antes se utilizaba "para celdas de castigo, que no cuenta con entrada de luz natural, es muy frío y húmedo, las camas por cada celda se encuentran emplazadas en bloques de concreto y empotrada a la muralla, además que el baño en cada una de estas celdas, es abierto, con urinarios comunes y, si bien tiene servicio permanente a agua potable, ésta es solo fría". Es por ello que el recinto "no cuenta con las condiciones mínimas para personas que pudieran presentar síntomas de una neumonía agravada, como se trata de la enfermedad por coronavirus".

-Coordinación con sistema de salud:  "La coordinación con los servicios de salud a fin de lograr un mecanismo expedito para el traslado de los eventuales contagiados a los centros hospitalarios ha sido medianamente lograda".

-Agua potable: "De los informes tenidos a la vista en todos los centros se insta por esta medida, pero solo en 10 regiones y de manera parcial los centros penitenciarios cuentan con agua potable suficiente y durante todo el día para que los internos y funcionarios puedan realizar la primera instrucción entregada por las autoridades sanitarias de lavarse las manos frecuentemente".

-Jabón:  "En cuanto a la cantidad de jabón que se requiere es limitada"

 

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