En Chile, las aguas se caracterizan por su dureza dada su alta concentración de bicarbonato y carbonatos de calcio y magnesio. Precisamente, al calentar estas aguas duras, las sales presentes precipitan, generando lo que comunmente se conoce como sarro.

Según explicó doctora en Química y académica del Departamento de Ciencias Biológicas y Químicas de la Universidad San Sebastián, Silvana Salinas a T13, hay métodos caseros para eliminar el sarro de nuestros aparatos electrónicos, sobre todo en el caso de los hervidores eléctricos. 

“Hay varias estrategias, las más caseras son por ejemplo, ocupar vinagre o jugo de limón para el hervidor o la tetera, cubriendo la superficie del artefacto, para luego hervirla y con el aumento de la temperatura soltar el sarro y así eliminarlo. Después hay que lavar y enjuagar varias veces el artefacto para que no queden residuos”, sostiene Salinas.

¿Qué tiene de malo consumir agua con sarro?

Consumir agua con sarro puede traer riesgos para la salud. Tal como señalan múltiples artículos científicos, su consumo prolongado podría “generar cálculos renales”, afirma la académica. En el caso de ya padecer cálculos renales lo recomendable es no ingerir aguas duras, precisa Salinas.

Otra de las consecuencias que genera la presencia de sarro en el agua, es que cambia el sabor de los productos, tales como, el té.

“La dureza influye en el sabor o en las propiedades organolépticas del agua. Basta probar el agua potable acá en la ciudad de Santiago y tomar agua potable en Concepción por ejemplo, y la diferencia de sabor es considerablemente notoria”, asegura Salinas.

Actualmente, la norma 409 vigente desde el año 2005, establece los estándares sobre la calidad del agua. En específico, para lo que sí existe un límite permitido es para las sales de magnesio, no así para el calcio, por lo que las empresas sanitarias no están obligadas a controlar y fiscalizar su presencia en Chile.

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